La trayectoria actoral de Ernesto Gómez Cruz fue reconocida en el Palacio de Bellas Artes en un homenaje póstumo, organizado por la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), en colaboración con la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC).
Participaron la actriz María Rojo, los actores Alberto Estrella y Salvador Sánchez, así como el director de la Cineteca Nacional Alejandro Pelayo, el presidente de la AMACC, Armando Casas, además de su hija, la académica del INBAL Martha Gómez Barrientos, quien cargando las cenizas del actor, subió al escenario para recibir la Medalla de Oro Bellas Artes Post Mortem.
Ernesto Gómez Cruz, quien falleció el pasado 7 de abril a los 90 años, debutó en la pantalla grande con su personaje “El Azteca” en la cinta “Los Caifanes”. Con esa película de 1967, dirigida por Juan Ibáñez, Gómez Cruz inició una carrera formidable, en la que participó en más de 200 películas, con las que ganó una inmensa cantidad de reconocimientos, entre ellos seis Premios Ariel y el Ariel de Oro en 2014, galardón que también estuvo sobre el escenario.
Antes de iniciar su carrera profesional, Gómez Cruz fue egresado de la Escuela Nacional de Arte Teatral (ENAT), una etapa de su vida a la que María Rojo hizo referencia en su intervención.
“Fuiste el muchacho que llegó del puerto de Veracruz para estudiar teatro en Bellas Artes (...) y así, enamorado de tus sueños, asombraste con tu talento casi anormal a propios y extraños", dijo. “Te hiciste indispensable en películas de los grandes directores del cine mexicano. Ernesto, ahí quedan las películas en las que participaste. Imposible nombrarlas todas, porque en cuanta película significativa se filmó, aparecías tú", mencionó María Rojo.
Alejandro Pelayo recordó la maestría que percibió en su trabajo, y que lo hizo decantarse por él en la película “La víspera” de 1982. “Dije ‘¡qué capacidad de actor para brincar de un personaje a otro y hacerlo con gran calidad!’”, mencionó. “Al ser Ernesto un actor fundamentalmente de cine, lo tenemos, y sus películas nos permiten volver a ver sus inolvidables interpretaciones”, mencionó.
Tenía una gran habilidad para cambiar de un personaje a otro y siempre con una gran intuición, un poder de observación maravillosoSalvador Sánchez, actor
Con proyecciones de algunas de sus escenas más icónicas en películas como “Canoa” de 1976 o “El callejón de los milagros” de 1994, el homenaje transcurrió con las anécdotas de Roberto Sosa y Esteban Soberanes, a quienes se mostró en video.
Por su parte, Armando Casas leyó un fragmento del libro “Ernesto Gómez Cruz, la pasión del actor”, cuyo autor es Gerardo de la Torre.
“Hablo con mis personajes, comienzo a pensar en ellos cuando leo la primera vez el guion o libreto, durante la lectura decido cómo voy a vestir a determinado personaje, no superficialmente, no con prendas de vestir, sino interiormente y desde luego determino cómo va a comportarse. En esas primeras lecturas que hay en casa, en soledad, empieza mi trabajo interno, voy repitiendo mis diálogos y de repente dejo de ser Gómez Cruz”, leyó el presidente de la AMACC.
Además de ser un actor importante para su generación, Ernesto Gómez Cruz también lo fue para las más jóvenes, algo que Alberto Estrella demostró desde su experiencia.
“Ernesto, yo crecí admirándote en el cine. Sin tú saberlo, te convertiste en un referente para el tipo de cine que queríamos hacer muchos actores, estudiantes y también muchos profesionales. Fuiste referencia para la forma de actuar, por la manera en que un actor debía conducir su creatividad para estar enfrente de una cámara y después olvidarla, para entregarte a la situación”, dijo Estrella.
Contemporáneo a su época de artista, Salvador Sánchez rememoró algunas de las historias que compartió con Ernesto Gómez Cruz, además de resaltar su valor no sólo como profesional, sino también como ser humano.
“Siempre me sorprendía, tenía una gran, gran habilidad para cambiar de un personaje a otro y siempre con una gran intuición, un poder de observación maravilloso. Amigo mío, estarás haciendo teatro, cine, allá en el otro mundo con muchos amigos que ya se han ido. Allá estarás enseñándoles a muchos tu método, tu forma, tu gran talento e intuición que tenías y que en mí dejó un gran aprendizaje”, expresó.