Sabía pararse en un escenario con garbo y temple, describe Aida Cuevas al recordar a Queta Jiménez, La Prieta Linda, quien falleció este martes a los 88 años de edad, por causas naturales.
María Teresa Enriqueta Jiménez Chabolla y su hermana Guillermina, conocida como Flor Silvestre (quien falleció el 25 de noviembre de 2020) son grandes exponentes de la música ranchera, destaca Aida Cuevas. "Cada una hizo su carrera por sí misma y no llegaron a opacarse, iban de la mano. Enriqueta ya llevaba retirada un buen tiempo, mucho antes que Flor y tal vez por eso, trascendió un poco más la señora Flor Silvestre, pero creo que iban muy de la mano".
Aida conoció a La Prieta Linda en 1978, en un programa de Siempre en domingo. "Ahí fue mi primer encuentro con Queta Jiménez. Luego alternamos en otro programa de televisión en Zacatecas, varias veces compartí con ella el escenario, y no la volví a ver durante un buen tiempo. Hace como cinco años, me sentí muy halagada porque mencionó mi nombre como la única que llenó el hueco que dejó Lola Beltrán. Yo veo difícil que alguien ocupe ahora su lugar".
Lilia Guízar, cantante y actriz, hija del desaparecido Tito Quízar, desde Los Ángeles California expresa sobre el fallecimiento de su "hermana, comadre y compañera de escenarios", a quien conoció en 1955: "Nos conocimos compartiendo escenario. En el año de 1967, cuando Queta y su esposo Raúl Vieyra, también periodista como el mío, bautizaron a mi hija Blanca Lilia. Nos hicimos compadres por este gran lazo, por el cual mi esposo, Ramón Inclán, siempre los trató como la gran familia que éramos".
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Recuerda Lilia Guízar que con Queta "trabajamos muchas veces juntas, innumerables veces fuimos de gira por toda la república mexicana. Era una compañera increíble, teníamos una amistad muy cercana. En su casa de Satélite eran nuestras reuniones familiares, tengo muchas anécdotas de ella, cantábamos muy parecido canciones como Quihúbole y Yo no me caso compadre, en un show, ambas las teníamos puestas para cantar y me permitió interpretarlas, no era nada envidiosa. No era mi amiga, era mi hermana. Tengo una gran tristeza por su pérdida. Queta era una gran cantante de música ranchera, que infinidad de veces lleno arenas y foros de Los Ángeles, California y muy querida en México". Con información de Belén Eligio