Beto Cuevas no decepcionó, se portó a la altura, cumplió con el personaje y al final, aceptó su crucifixión, claro, dentro de la obra Jesucristo súper estrella que se presenta en el Centro Cultural Teatro 1.
La ópera rock se sitúa en la época actual, donde la atención por las banalidades y compras por televisión e internet llenan la cabeza de las personas que se muestran cada día más deshumanizadas, así que la llegada del Salvador no va a ser fácil.
La producción supera la expectativas, luces y efectos especiales realzan la puesta en escena producida por Alejandro Gou, quien logró conjuntar a un selecto grupo de artistas para sumarse a esta obra que aseguran, estará pocas semanas en cartelera.
Beto Cuevas da vida a Jesucristo, Eric Rubín es Judas y Enrique Guzmán es Poncio Pilatos, estos tres personajes son los pilares de la obra y quienes más aplausos cosechan, aunque Kalimba con su personaje de Simón dejó impresionado al público al mostrar su capacidad vocal y María Magdalena a cargo de la exKabah, María José lleva hasta los sentimientos más profundos al público cuando confiesa su amor carnal hacia el personaje divino.
La obra se va rapidísima, es canción tras canción narrando la última semana de vida de Jesucristo, quien logra atraer al público con sus palabras, es arrestado, golpeado brutalmente y finalmente castigado en la cruz con música que es opacada por los gritos desgarradores de ¡Crucifícalo, crucifícalo!
No hubo piedad para Jesús de Nazaret, quien sangrante y humillado fue colgado sobre una cruz modernista, en una época caótica y sin esperanza, pero con sonidos roqueros y decenas de cuerpos febriles en movimiento.
Finalmente emerge la figura de entre las sombras para interpretar la ópera rock donde se enfatiza: “El poder del amor derrota al amor por el poder”.