Alex vive en una relación de pareja estable junto a Josh. Son cinco años en los que han compartido una vida llena de grandes momentos, hasta que la decisión de compartir la intimidad con un tercero los lleva al límite de las tentaciones y todo se sale de control.
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Es la trama de la obra Afterglow, del dramaturgo estadounidense S. Asher Gelman, que actualmente se presenta en el escenario del teatro Milán de Ciudad de México, y la cual ha causado controversia en el ámbito internacional por el tema de las relaciones abiertas y el contenido de las escenas.
"Mucha gente en diferentes países donde se ha presentado la obra, dice que es muy fuerte. Desde mi punto de vista no lo es. Tenemos que entender que estos temas los vivimos diario; es natural un desnudo y tener relaciones sexuales; es una representación artística de la vida misma, una obra que habla del amor, de la intimidad de los seres humanos, de las relaciones, de los límites…", dice Roberto Carlo quien interpreta a Alex.
Para el actor y conductor mexicano, este papel significó un desafío en su carrera, la cual comienza a despuntar en el ámbito teatral.
"Soy una persona a la que le gustan los retos y esto lo fue. Es una obra que implica un desnudo, este es justificado y tiene que ver con la historia y el contexto que se quiere contar. No todos los actores se atreven en un principio a tomar ese tipo de retos. Pero este papel me ha dado una seguridad tremenda, me llevó a amar mi cuerpo, aceptarlo, a no tener conflictos conmigo mismo”.
La puesta en escena se mantuvo 14 meses ininterrumpidos en el cartel del Off Broadway, siendo el espectáculo más taquillero del Loft en el Davenport Theater de Manhattan, en Nueva York y logró traspasar las fronteras llevando su producción hasta Los Ángeles, Londres y Madrid.
La obra muestra la complejidad de la monogamia y el juego de las emociones, los tabúes, prejuicios sociales, sexuales e intelectuales, que enfrentan tres hombres, que los lleva a cuestionar la manera de vivir el amor de manera diferente hasta crear un matrimonio abierto, a partir de que el joven Darius pasa una noche con ellos.
"En este encuentro las cosas se salen de control, y es que como en todo juego debe haber reglas, ¿pero qué pasa cuando algunas reglas se rompen?", dice Carlo quien confiesa que su personaje no se relaciona en nada con la realidad que vive actualmente con su pareja, Rubén Kuri.
"La historia está totalmente lejos de mi realidad. Yo tengo una relación monógama desde hace ya casi cinco años. Las relaciones abiertas es un tema que no nos llama la atención, no nos beneficiaría, ya lo hemos platicado. Sin embargo, no juzgo a mi personaje, éste me ha ayudado a quitarme prejuicios para ver otras formas de vivir la vida, de amar y sentir".
Dice que la clave del éxito en su relación, "es la confianza, la admiración, el respeto y el equipo que formamos en pareja Rubén y yo. Desde siempre hemos sido muy familiares, convivimos con nuestras familias, esta parte ha sido muy importante para nosotros .
Las decisiones que cada uno tomamos como individuos, respetar los espacios de cada uno, ha sido esencial para tener una relación estable
Los movimientos sociales contra la homofobia han sido relevantes en la historia de la dramaturgia en el mundo, con el objetivo de romper los paradigmas a través de puestas en escenas que llevan consigo, un importante mensaje de inclusión, venciendo a la crítica y a la presión social.
Un ejemplo es Bent, escrita en 1979 por Martin Sherman, que narra la historia de un homosexual en la Alemania nazi quien se enfrenta no solo a un régimen autoritarista, sino a una agresión más sobre la represión social de la época.
Otra es El público de Federico García Lorca, considerada una de las obras gay más famosas y pioneras del teatro español, cuya trama destaca la forma de vivir el amor en libertad.
Igualmente Muerte súbita, escrita por la dramaturga mexicana Sabina Berman en los años 80, la cual sigue vigente y fue reestranada recientemente. Esta es una pieza sobre la identidad sexual y el miedo de asumir la sexualidad fuera de los estandares establecidos en las sociedades occidentales.
Lo mismo sucedió con Un corazón normal, del activista estadounidense Larry Kramer, en 1985. Su estreno fue en el Public Theatre de Nueva York, y desde entonces no ha dejado de presentarse en Estados Unidos. El autor plasma parte de sus vivencias con un hombre gay y la sociedad machista e intolerante.
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Comunicar con apertura y libertad
Roberto Carlo reconoce que la clave del éxito en lo profesional se basa en la honestidad, además de tener una gran disciplina, y algo muy importante: En comunicar un mensaje de valor a la sociedad, sobre todo, en su caso como comunicador.
“En mi trabajo y en cualquiera es muy importante la preparación, el aprender, el estar atento, el saber que lo que yo hago va a repercutir en personas, en mentes, en seres humanos. Si yo comunico algo, va a permear en la gente. Además de entretener y educar al mismo tiempo, es ser respetuoso y meticuloso en qué es lo que digo y qué comparto. Cuando no estoy de acuerdo con algo, lo externo.
Actualmente veo cómo otros colegas en ocasiones no tienen una responsabilidad al comunicar algo, el hacer esto bien me ha ayudado a tener una audiencia que me respeta y con la que he llegado a lograr empatía
Además de su participación en la obra Afterglow, Roberto es conductor del programa Vivalavi de la cadena Multimedios; pero fue justo durante su trabajo anterior como conductor titular de el programa Sale el Sol de Grupo Medios, donde tomó la decisión de dar a conocer su preferencia sexual y su relación con el especialista en moda Rubén Kuri.
“Estando en Sale el Sol fue cuando decidí hacer pública mi relación con mi novio. Yo vivía abiertamente gay detrás de las cámaras, no compartía mi vida con los demás, por miedo a muchas cosas, como perder oportunidades, la agresión o el qué dirán… Me tocó una transición importante. Era un conductor en un programa que venía marcando diferencia de lo que se mostraba en la televisión, era un conductor titular, mi voz era importante en ese lugar.
“El público recibió la noticia con mucho respeto y se daba cuenta de que la homosexualidad no es como la han pintado, con una connotación negativa, de soledad, de transmisión sexual, de rechazo… Que todo eso existe, pero cuando abro este aspecto de mostrar otras formas de la homosexualidad, siento que fue un parteaguas para muchos compañeros. Venía mostrando lo que podía y pensé, si soy chingón en lo que hago, ¿por qué no puedo vivir abiertamente, en libertad?”.
Narra que el formato en el que se basa el programa de televisión tiene que ver con temas sobre salud mental, libertad y valores por lo que no podía mostrar al público una imagen que no era coherente con el concepto del matutino.
“En el programa siempre estaba hablando de la libertad, se vuelve imperativo porque es un programa lleno de emociones, de salud mental, comencé a sentirme incongruente al decirle a la gente vive tu vida, vive tu libertad.
“Quería decir cómo amo a quién amo y esa parte, suma mucho a mi valor de ser humano. Estoy súper orgulloso de ser quien soy, de mi pareja y cuando me abrí pensé que pasarían muchas cosas en ese momento que publiqué la foto con mi pareja en redes sociales y todos los comentarios fueron positivos, porque ya no lo estaba pidiendo permiso a nadie de ser quien era, ya no debería ser noticia, pero lo sigue siendo, el morning show en México siempre da de qué hablar y en ser el primero en mi zona en mi rubro fue una parte importante de credibilidad, de mostrar que un hombre habla a otro hombre en televisión esa es la normalidad que debe existir”.
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Posteriormente fue conductor del reality de YouTube La más draga, que también lo ayudó a convertirse en un representante de la comunidad LGBT+.
“Cuando llega La más draga me dijeron que era un riesgo, es una comunidad a la cual perteneces, pero quizá es una forma masiva de poder hablarles a través de las redes y ser parte más importante dentro de tu comunidad, era un riesgo, pero siempre he sido respetuoso con mi comunidad pero si lo hago con ese compromiso debe salir bien y fue un éxito.
“No me esperaba ser imagen de la comunidad, es una responsabilidad muy grande. Cuando di a conocer mi condición, me llegaban mensajes de las mamás diciéndome que tenían un hijo o hija gay y contaban su historia. Había chavos que me escribían diciéndome: ‘Yo me quería morir pero al verte a ti me sentí más fuerte, me da esperanza de que yo también puedo’, es un responsabilidad que nunca pedí y me llegó, me convertí en un vocero de mi comunidad”.
Falta mucho para una apertura plena
“Hay un camino enorme por recorrer, todos los días me enfrento a la poca conciencia sobre la realidad de nuestra comunidad: mucha gente se dice aliada o alides supuestamente están ahí, pero no hay una profundización de entender lo que realmente somos, y el camino que se ha recorrido para llegar a donde estamos.
“Hoy por hoy, vamos avanzando, sin embargo, la gente todavía no tiene cuidado de las palabras, de los términos, del respeto, me ha tocado estar de pronto en programas de televisión, y de pronto llego a sentirme incómodo de la forma en la que abordan el tema gay, entiendo que de pronto la desinformación es natural porque hay generaciones que vienen atrás con ‘chips’ obsoletos.
“Si nuestra generación sigue aprendiendo, imagínate las pasadas. Pero la forma en la que se refieren a la mujeres y hombres trans sin el menor respeto hacia una transición por la que han pasado, es muy grave. Las palabras cambian y utilizar términos correctos, de la manera correcta es como debemos empezar a hacer la diferencia”.
Pide cambiar la percepción hacia la concepción de la homosexualidad y reitera:
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“Hablar de diversidad no es hablar de sexo, estamos hablando de seres humanos profesionistas con hermanos, con padres, con hijos, con compañeros, con sueños como cualquier otro ser humano, de personas que aman, son relaciones sexuafectivas”, concluye.