A principios del siglo 21, el principal producto musical que exportaba Francia era la música electrónica, como parte de una movida encabezada por artistas como Air, Modjo y Daft Punk.
Pero mientras el mundo entero se dejaba seducir por esos sonidos de música bailable, una banda estaba surgiendo en el mismo momento y desde el mismo lugar (París), aunque con una propuesta más bien encaminada hacia el indie rock que también estaba por explotar, pero desde ciudades como Nueva York.
Durante algunos años, el conjunto se dedicó a picar piedra y abrirse camino en la escena musical de su país, con grabaciones como su disco homónimo de 2004 y los subsecuentes Nevermind the Living Dead (2006) y Shoegazing Kids (2009).
En 2012 la banda vivió la experiencia que todo grupo musical espera al cosechar su primer gran éxito, que incluso los catapultó más allá de su país
Sin embargo, fue hasta entrada la siguiente década que la banda integrada por Jose Pedro Fontao, Emmanuel Barichasse, François Ernie y Romain Della Valle vivieron la experiencia que todo grupo musical espera en su trayectoria: la de cosechar su primer gran éxito, en este caso con la llegada de “Let’s Go”, una canción que terminaría por catapultarlos incluso más allá de las fronteras de su país.
Desde entonces, la banda se ha dado el lujo de evolucionar pisando otros terrenos musicales, mientras seguían entregando materiales como Survivor (2016) y Billy Believe (2019), renovando de paso su catálogo con canciones como “Riots” y “Alright”.
A partir de entonces, el grupo se preparó para su siguiente gran asalto, un trabajo en el que pudieran dar un salto cualitativo y además cuantitativo, ya que se enfocaron en la composición de 30 canciones, de las cuales eligieron la mitad para que integraran su más reciente grabación, un disco doble titulado 16 Dreams a Minute, una obra que, como ellos señalan, “muestra una arista emocional mucho más compleja, resultado de los cuestionamientos que todos nos hicimos en los últimos años”.
Y hablando de cruzar fronteras, este 2024 la banda no sólo dio a conocer su disco más ambicioso, sino que también brincaron el charco para realizar una pequeña gira que los llevó por ciudades como Nueva York, Austin y la Ciudad de México, que fue precisamente donde se sentaron a platicar con Normal.
¿Cuáles son sus primeras impresiones de este país?
Estamos muy emocionados de venir a tocar a México por primera vez y es algo que habíamos estado buscando desde hace mucho tiempo. No tanto porque creyéramos que tendríamos hordas de fanáticos acá, aunque sí veíamos que nos llegaban muchos mensajes y comentarios desde acá.
Este año lanzaron un disco doble, lo cual llama la atención ahora que se dice que ya casi nadie escucha discos completos, y supongo que mucho menos si son dobles.
Bueno, es que al principio no pensamos en que fuera a ser un disco doble, simplemente hicimos 30 canciones que nos gustaron y de esas mantuvimos 16, por lo que era obvio que tendría que convertirse en un álbum doble. Ahora bien, aunque como dices, se supone que la gente ya no escucha discos completos, estamos seguros de que también hay mucha gente, como tú y como nosotros, que aún lo hacemos. De cualquier modo, la gente es libre de elegir sólo una canción o las que le gusten, aunque para nosotros sí tiene sentido escuchar todas estas canciones juntas.
De acuerdo con el sello discográfico de la banda, fueron tres años los que les tomó trabajar “con paciencia minuciosa” cada una de las 16 canciones que conforman este nuevo álbum, para el cual también tomaron una decisión sabia: la de incorporar por primera vez a un productor externo, en este caso el prestigioso Ash Workman, quien tiene en sus credenciales haber trabajado con gente como Metronomy y de Christine and the Queens.
Fue así como la banda tomó el riesgo para desmarcarse un poco del indie rock con el que estaban tan relacionados, así como de incorporar una gama amplia de sensaciones, como dice su sello: “desde la resiliencia hasta la ensoñación post apocalíptica, pasando por el duelo, la ira, la amargura y la melancolía”.
Y es que, como ellos dicen, el disco es “una obra total, pues también cuenta con momentos iluminados por el amor y sus idilios”, principalmente en sencillos como “Le Soleil”, “B/W Rainbow” y “Adios”.
Sé que hubo un cambio de paradigma al trabajar en este disco. ¿Qué querían comunicar esta vez o qué pensaban mientras lo grababan?
Bueno, tomando en cuenta que la banda existe desde hace 23 años, para nosotros era importante reiniciar la forma en que componíamos las canciones para encontrar una nueva dinámica de trabajo. Lo primero que supimos fue que no queríamos que éste álbum fuera sólo un álbum más, no queríamos caer en esa zona de confort que te hace seguir haciendo la misma música; incluso teníamos muchas ganas de sorprendernos, de proponer algo emocionante, así que tuvimos que probar cosas nuevas.
Cuentan los miembros de la banda que algo de lo que hicieron distinto en esta ocasión fue reunirse en grupos de dos, para componer canciones y luego llevárselas al resto para enriquecerlas.
“Eso terminaba creando configuraciones sorprendentes, además de que comenzamos a intercambiar instrumentos entre nosotros, entonces de repente el guitarrista tocaba la batería o el baterista tomaba el bajo, y todo eso fue realmente refrescante, porque realmente nos llevó a obtener cosas nuevas, de verdad que nos sorprendió gratamente y nos hizo volver a ser verdaderos fanáticos de nuestra propia música”.
Comenzamos a intercambiar instrumentos entre nosotros, entonces de repente el guitarrista tocaba la batería o el baterista tomaba el bajo, y todo eso fue refrescante, porque nos llevó a obtener cosas nuevas
Todo lo anterior se refleja en los términos que mencionaron cuando les pedimos que definieran en muy pocas palabras el espíritu de Stuck in the Sound:
“Soñar, fresco, romántico, intenso, sorprendente y poderoso”.
El show en México
Antes de su presentación en la capital mexicana, que se llevó a cabo en el foro BajoCircuito, el conjunto se mantenía expectante, con la única promesa de hacer un recorrido por varias partes de su discografía e incluso tocar algunas canciones que casi nunca tocan en el escenario, como fue el caso de “Criminal”, del álbum Pursuit.
Este 2024 la banda realizó una pequeña gira que los llevó por ciudades como Nueva York, Austin y la Ciudad de México
“Esa es una de nuestras canciones favoritas, aunque por alguna razón sólo la habíamos tocado como tres veces en vivo, pero nos hemos reencontrado con ella y suena genial”.
Al final, la presentación del grupo en dicho foro rebasó sus expectativas, pues obtuvieron otra de las experiencias con las que también sueña cualquier banda: Ver al público corear todas y cada una de las canciones.
Hemos visto que muchas de las bandas francesas que tienen éxito internacional cantan en inglés. ¿Ustedes por qué decidieron hacerlo?
No es que lo hayamos decidido como tal, más bien se debe a que toda la cultura musical con la que crecimos fue la música alternativa de los 90, desde Nirvana hasta Sonic Youth, R.E.M. etcétera, así que cuando empezamos a hacer nuestra música para nosotros fue algo muy natural cantarla en inglés… Sólo queríamos hacer música que sonara como la música que amábamos y la música que amábamos era música anglosajona… Fue así como encontramos nuestra propia identidad como grupo.
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Y como mientras nos despedíamos se acercaba la hora de la comida, les pedimos que nos dijeran qué tipo de comida sería su música si ésta fuera un platillo.
“Qué buena pregunta… Tal vez sería como una pizza, con todo lo que tú le quieras poner. Sí, seguro sería algo así”.