LOS ÁNGELES. El cantante estadounidense Tony Bennett se retirará de los escenarios a los 95 años y por orden de los médicos que están tratando su caso de Alzhéimer, del que fue diagnosticado en 2016.
"No habrá más conciertos. Ha sido una decisión difícil, porque es un cantante capaz. Pero es orden de los médicos y su salud es más importante", explicó a la revista Variety su hijo Danny Bennett, que también trabaja como su representante.
Bennett había anunciado una gira de despedida pero, finalmente, los dos conciertos que protagonizó la semana pasada en el emblemático Radio City Music Hall de Nueva York junto a Lady Gaga serán sus últimos recitales. La cita ya era su gran despedida de Broadway.
Gaga y Bennett publicarán el 1 de octubre un nuevo disco de jazz titulado Love for sale y cuyo primer sencillo, I get a kick out of you, se publicó el pasado 3 de agosto, en coincidencia con el 95 cumpleaños de Bennett.
El crooner supo de la enfermedad que padece durante la grabación de ese álbum, que se alargó durante dos años.
"No se trata de cantar es, más bien, el viaje. Mira, se cansa. Se ha tomado la decisión de que dar conciertos es demasiado para él. No queremos que se caiga en el escenario, por ejemplo, algo tan simple como eso", añadió su hijo.
En los conciertos de la semana pasada, Bennett se mostró en buena forma y con un registro de voz muy poco habitual para una persona de su edad, hasta el punto de que algunos asistentes dudaban de que tuviera Alzhéimer.
"Mi respuesta es que aquí es donde ha vivido toda su vida y donde está más feliz: en el escenario, haciendo música", explicó Danny Bennett.
La mujer del músico, Susan Benedetto, explicó en una entrevista reciente con la Asociación de Personas Retiradas de EU que Bennett "está haciendo muchas cosas, a su edad, que mucha gente sin demencia no puede hacer. Hay muchas cosas de él que extraño. Porque ya no es el viejo Tony... Pero cuando canta, es el viejo Tony", aseguró.