La vida de Chavela Vargas pudo ser todo menos sencilla. Ante la vergüenza que sentían sus padres por su apariencia masculina, el mayor anhelo de esta joven soñadora era dejar Costa Rica y viajar a México, la tierra del tequila y de los machos, donde la música ranchera y el estilo de vida la conquistaron desde el primer momento.
El amor, el éxito y sus fracasos, el dolor que le provocó la muerte de José Alfredo Jiménez y que la sumió en un profundo alcoholismo, así como la fuerza interna que la volvió a posicionar como una figura internacional, son algunas de las historias que Catherine Gund y Daresha Kyi plasman en el documental Chavela, donde destacan la pertinencia que tiene una figura como ella, quien el próximo domingo cumplirá seis años de fallecida.
“Ella representa el poder, la confianza, el conocimiento de saber que tu trabajo y tus contribuciones importan, que todos somos diferentes y que no hay que ser iguales para que nuestra fuerza salga”, explica Catherine Gund, quien junto a su codirectora reunió testimonios de artistas como Eugenia León y Tania Libertad. “Me emociona que el documental se exhiba en México porque ella es un héroe y un icono para mucha gente”.
El encuentro entre Catherine Gund y Chavela Vargas se dio en la década de los noventa, cuando la cineasta llegó a México tras perder a una amiga y alguien le presentó las canciones de la cantante. “Su música fue tan potente… ella realmente me habló. Luego tuve oportunidad de ir a El Hábito, donde comenzaba a cantar de nuevo, y filmé todo el concierto con mi pequeña cámara”.
Fue en ese lugar donde Catherine pidió hacerle unas preguntas a Chavela, quien de inmediato aceptó. “Al día siguiente me invitó a su casa, donde tuvimos más conversaciones. Para entonces ella tenía 75 años, creíamos que era todo, que estábamos capturando los últimos momentos de su vida, pero luego se convirtió en una figura monumental de todo el mundo y tocó por otros 20 años”, recuerda.
A través del documental, Catherine sigue cómo Chavela Vargas recuperó su carrera en México después de sus problemas de alcoholismo, en una época donde todo el mundo creía que estaba muerta. También cómo fue que llegó a España y conquistó no sólo al público, sino a figuras como Miguel Bosé o Pedro Almodóvar, este último su gran aliado para cumplir su sueño de cantar en un escenario en Francia, y quien también da su testimonio en esta cinta.
“Fue hasta después que murió cuando pensé que tenía este material de hace 20 años. Me pareció que era una gran entrevista porque no era un periodista preguntando lo común, sino una conversación entre mujeres jóvenes, lesbianas, personas hablando sobre el amor, sobre una mujer con el corazón roto, sobre el alcoholismo y cómo sobrevivir. Para mí eso es lo que Chavela ofrece ahora: la idea de tener esperanza en los momentos más desesperados”, dice Gund.
Para Catherine Gund, recordar a Chavela Vargas ahora es importante porque representa la diversidad cultural y la ruptura de fronteras en el mundo. “El arte trasciende fronteras y odios, y el hecho de que su música sea escuchada por todo el mundo nos muestra que la cultura genera cambios, que de hecho es la respuesta, la forma en la que vamos a sobrevivir”, comenta.
“Había algo que repetía con frecuencia cuando mencionaba que era mexicana y le preguntaban sobre su nacionalidad costarricense; ella decía: 'Los Mexicanos nacemos donde se nos dé la re chingada gana'. Me encantaba eso”, dice entre risas la cineasta. “Todo lo que ella representa como mujer y como persona estaba completamente fuera de su tiempo, y ahora creo que con este documental podemos rendirle un pequeño tributo”.