“Estamos felices de existir, y de estar haciendo lo que nos encanta, que es la música”. Así es como Chipotle, uno de los fundadores de Víctimas del Dr. Cerebro describe el sentir de la agrupación a poco más de 31 años de su formación en Ciudad Neza.
En una charla que se desenvuelve con muy buen humor y uno que otro chiste sobre el reguetón, el músico confiesa que el compartir un mismo apellido, y una pasión desenfrenada por el rock, ha sido la clave que los ha guiado a través de las puertas del éxito, y hoy les permite ser parte de la lista de artistas surgidos en aquella época que todavía siguen llenando recintos.
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“Lo mejor para nosotros es que a lo largo de tantos años adoptamos una personalidad propia, tenemos un género muy bendecido a pesar de que todo el rock está un poco fuera de circulación. Pero seguimos en lo nuestro, la gente sigue respondiendo de igual manera, nuestro género nunca se ha ido, ni se irá. Ya son tres generaciones de las Víctimas, estamos muy contentos de seguir trabajando”, comenta.
Chipo continúa: “Una de las cualidades que esta banda tiene es que somos una familia, y por eso también siempre nos soportamos (ríe). Esa es la situación por la que hemos durado bastantes años, porque nadie de aquí es ególatra o se le suben los humos, porque a veces por esa razón se deshacen las bandas. Aquí cuando se sube alguien, lo bajamos y le amarramos la pata del suelo”.
A lo largo de su historia han lanzado una decena de álbumes, y se han presentado en casi todos los países de Latinoamérica, en Estados Unidos, y en eventos masivos de talla internacional como el Vive Latino y el Festival Coordenada.
El cantante reconoce que su camino no ha sido fácil, especialmente en estos últimos años en los que los géneros urbanos han ganado tanto terreno en la industria musical. Sin demeritar esos ritmos, y con cuidado de no lastimar a la "generación de cristal", señaló que el principal problema que ellos detectan, es que hoy en día los jóvenes ya traen otras ideas, y la mayoría de la música ya se hace desde una máquina.
Sin embargo, dejó en claro que ellos continuarán por el mismo camino, pues también están convencidos de que mientras sigan disfrutando lo que hacen, le transmitirán ese amor al público, y por ende, continuarán cosechando legiones de seguidores, como lo han venido haciendo desde hace más de tres décadas.
“El rock es un foro de protesta, siempre lo ha sido, y ha sido una de las propuestas que más apoya a las causas sociales”, señala. “Cuando tú estás convencido de que eso que haces te gusta, va haber personas que siempre te lo van a agradecer y van a estar contigo apoyando. Esa energía que tienes ahí escondida, la sacas en la música”.
Para conmemorar su 31 aniversario (y casi 32, según destaca Chipo), ofrecerán un concierto en vivo en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, el próximo sábado 30 de octubre a las 19:00 horas. Además, ese mismo día, lanzarán el disco Ahí vienen las brujas, con el que rinden homenaje a esa figura.
“Antes eran consideradas monstruos, y ahora se han convertido en un símbolo del poder femenino”, platicó Abulón (tecladista y voz). “Está inspirado en las brujas nuevas, las que tienen el poder, quienes tienen este desafío y a lo largo de la historia fueron perseguidas, y que realmente en parte eran innovadoras, eran gente que llegó a romper moldes.
Estoy hablando de las brujas científicas, las guerreras y las artistas. Va un poco del poder que tienen las mujeres”.
Para los próximos meses la agrupación emprenderá una gira por las principales ciudades de Estados Unidos, y también preparan un próximo disco titulado Esther.