En 50 años de carrera Willy Gutiérrez ha tenido grandes experiencias como director musical del Teatro de los Insurgentes o del programa Mala noche no, conducido por Verónica Castro en los años ochenta. Pero también como profesor musical en la primera generación de La Academia, de Tv Azteca. Sin embargo, en estas cinco décadas crear el Centro Cultural Willy Gutiérrez ha sido uno de sus máximos logros como profesional de la música.
“La gente me lo pedía porque veníamos de un programa de televisión muy exitoso como fue La Academia, que fue un detonante maravilloso. Y como daba clases en televisión la gente me pedía que les enseñara formalmente, fue así que hace 16 años abrimos el centro cultural”.
Cada año el Centro Cultural Willy Gutiérrez celebra con un magno concierto, donde han tenido como invitados a figuras como José José, Olivia Bucio o Carlos Cuevas, “pero este año celebraremos en el Foro 1869, donde los invitados serán el mismo centro cultural, con una orquesta cerca de 13 y 14 músicos de primerísimo nivel”, adelanta.
De visita en la redacción de El Sol de México, Willy Gutiérrez admite que la diversidad de producciones musicales ha incrementado en los últimos años con el impulso de las redes sociales. Pero ello también ha aportado a que el público sea más crítico con lo que escuchan, asegura.
“Ahora no, cualquiera puede hacer una propuesta, pero tiene que ser profesional. El público está viendo que hay poca formación en los cantantes actuales algunos buenos, otros no tan buenos. Se dan cuenta que hay mucho entusiasmo por esa necesidad de quererlo hacer bien, profesionalmente”.
Ello también lo ha visto en el incremento de estudiantes que se integran al Centro Cultural Willy Gutiérrez anualmente, pues mucha gente entra por curiosidad “muchos no saben lo que va a pasar y cuando ven, en el tercer o cuarto mes, se dan cuenta del progreso”.
Como parte de este entusiasmo por seguir formando gente, desde hace algunos años desarrolla junto a su hija, la cantante y actriz Lisset, la fundación Por una vida que valga la pena recordar, donde apoyan a “personas talentosas pero que no tienen los recursos económicos y que tienen el interés real del canto”.