Los integrantes de Zoé nunca imaginaron que les tocaría grabar un disco en medio de una pandemia. Pero así fue como Sonidos de karmática resonancia se gestó en su propio estudio de grabación en el 2020. Un material que se formó en dos etapas: una en enero, antes de iniciar el confinamiento, y otra en septiembre, cuando los casos de Covid-19 ya abarcaban todo el mundo.
"Nunca habíamos sentido tanta diferencia en las etapas de grabación", dice Rodrigo Guardiola, baterista de la banda. "No teníamos idea de cuánto nos iba a cambiar la vida el haber estado separados, viviendo toda esta incertidumbre de tantos meses y de realizar el disco en dos etapas distintas y con tanto tiempo de diferencia", agrega.
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A finales de enero, Zoé detuvo la grabación de su séptimo álbum para celebrar con una gira el décimo aniversario de su MTV Unplugged. Su presentación en el Vive Latino el 15 de marzo fue la última, antes de cancelar el resto de la gira debido al inicio de la pandemia en México. Fue entonces que la banda planeó su regreso al estudio en los próximos meses, aún sin tener claro cómo sería.
"Para la segunda parte llegamos todos con una mentalidad mucho más colaborativa, con ganas de estar juntos como amigos, como familia tocando de nuevo porque hubo meses donde no sabíamos cómo esto iba a ser posible. Inclusive pensamos en grabar a la distancia, irnos a otro país", dice Guardiola.
La banda se reencontró en su estudio en el mes de septiembre. En dos semanas y media, Zoé grabó seis de los diez temas que integran Sonidos de karmática resonancia por temor a que no pudieran regresar a sus hogares.
"Algunos miembros de la banda ya no viven en la Ciudad de México y nos preocupaba que cerraran fronteras. Además de la seguridad de todos en el estudio, porque obviamente estaba la responsabilidad de trabajar con otros que a su vez tienen contacto con sus familias. Así que tuvimos que cuidarnos todo el tiempo".
Para ser más eficientes en el proceso, los miembros de Zoé grabaron el disco "casi como si estuviéramos tocando en vivo", afirma el músico. "Regularmente grabamos los discos por etapas, primero buscamos la base, los bajos y así vamos evolucionando. Pero ahora ensayamos mucho con todo el esquema de grabación, realizando las sesiones y tratando de encontrar las canciones todos juntos.
Velur fue el primer tema que grabaron en la segunda etapa del disco. Una canción que según Guardiola se formó "de una de las maneras más extrañas en el proceso del disco".
"No sabíamos si necesariamente la canción iba a ser de tempo rápido o con un beat más alegre como el que tiene porque se probaron versiones con sonidos más lentos. La composición original daba para probar muchas cosas hasta que al final, todos juntos tocando, empezamos a sacar este riff con el que empieza la canción", explica el músico.
El tema, dice Rodrigo Guardiola, trae a los miembros de Zoé recuerdos de las canciones del rock inglés con las que crecieron, mezcladas con el sonido del rock de Latinoamérica del que han sido parte.
"Para nosotros Velur es una extraña combinación que queda en medio de la influencia indie rock-inglés, ochentero noventero y de rock latinoamericano. Puedes escuchar desde un Soda Stereo, hasta algo muy inglés como The Cure, sintetizadores depeache modeanos y la melodía de la voz tiene esta calidez un poco más reconocible del rock latinoamericano y de lo que hace León Larregui".
Velur es el quinto sencillo de Sonidos de karmática resonancia, álbum que lanzarán en los próximos meses y que coincidirá con el vigésimo aniversario de Zoé, el álbum homónimo con el que la banda debutó hace 20 años.
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NUEVO SONIDO
Rodrigo Guardiola, baterista del grupo hace una crónica de cómo lograron concretar su nuevo disco realizado en enero y septiembre 20 años se cumplen en octubre del lanzamiento del álbum debut de la banda