Con miras a derrotar a Donald Trump en 2020, los demócratas quieren reformar la Constitución de Estados Unidos para introducir el voto universal directo en las elecciones presidenciales o aumentar el tamaño de la Corte Suprema, dos propuestas rechazadas de plano por los republicanos.
La idea de abolir el sistema de grandes electores gana terreno entre los demócratas, que no han digerido las victorias de dos republicanos cuando el voto popular ha beneficiado a sus candidatos.
Gracias al mecanismo del colegio electoral, en 2000 George W. Bush resultó electo aunque su contrincante Al Gore lo aventajaba por 500 mil votos. Y en 2016 Donald Trump le ganó a Hillary Clinton, quien había cosechado casi 3 millones de votos más que él.
"Mi opinión es que cada voto cuenta", lanzó el lunes la senadora progresista Elizabeth Warren, precandidata demócrata para las presidenciales de 2020, de gira en Mississippi. "Creo que todos deberían venir y exigir su voto. Queremos un voto nacional y eso significa deshacerse del colegio electoral", explicó.
El presidente estadounidense es elegido por 538 grandes electores que se reparten de forma variada entre los estados de acuerdo con su población. Un candidato debe obtener la mayoría absoluta de 270 votos. En todos los estados salvo dos (Maine y Nebraska), el que consigue más votos se lleva el número total de grandes electores en ese estado.
En cada campaña electoral, los candidatos desisten de antemano en algunos estados considerados imposibles de ganar por ser históricamente demócratas, como California, o históricamente republicanos, como Mississippi. Y se centran en una docena de estados que pueden inclinar la balanza hacia un lado u otro, los conocidos como "swing states".
Los más importantes son aquellos con el mayor número de grandes electores como Florida (29), Pensilvania (20) u Ohio (18).
En 2016, Donald Trump consiguió 304 grandes electores contra los 227 que logró Hillary Clinton, diferencia que consiguió sobre todo ganando en Ohio y Pensilvania.
Además de Warren, otros demócratas militan para reformar el sistema electoral. Pete Buttigieg, otro eventual contendiente en las primarias, dijo que un nuevo sistema estimularía la participación a nivel nacional.