Juana Gallo es un personaje que se creó tras la figura de Ángela Ramos Aguilar, nacida en 1876 en un barrio de la ciudad de Zacatecas; una mujer brava y humilde que se caracterizó por su temperamento fuerte, el cual desató una serie de mitos que hasta la fecha permanecen.
Su apodo se adjudica a uno de los sacerdotes que le dieron clases durante su formación escolar, quien la llamó Juana Gallo tras identificar su actitud de rebeldía cuando se presentaba alguna situación peculiar.
Siempre manifestó sus convicciones religiosas, además de ganarse el cariño de la gente por sus habladurías, parrandas y ocurrencias, luego de que se le veía caminar completamente alcoholizada tras vender sus famosos tacos de canasta en las cantinas de la capital.
El eco de Juana Gallo
En torno a este personaje que creó el mismo pueblo, se rumora que participó en la Revolución Mexicana, aunque se cuenta que nunca fue parte de este movimiento, pero los mitos que fueron surgiendo llamaron la atención de varias personas para desarrollar nuevas historias, generar dudas y un tanto de especulaciones.
En el libro “Un yucateco en Zacatecas” se narra que Juana Gallo había participado en la revolución; por su parte, el autor zacatecano Ernesto Juárez, escribió una canción en su honor, tema que elaboró para aludir a las soldaderas y adelitas, y que se convirtió en un éxito, tanto que inspiró una película del cine de oro mexicano en la que participó la famosa actriz María Félix.
Hasta el momento, este personaje sigue teniendo eco en las nuevas generaciones, y es una mujer recordada por los de casa y turistas cuya historia ficticia y biográfica causa interés.
Su casa, una atracción turística en Zacatecas
La casona en la que vivió y murió, ubicada en la calle Abasolo del Centro Histórico de la ciudad, pese a que es propiedad privada y no edificio público, se ha convertido en un sitio para visitar como parte de los espacios imperdibles en la ciudad. Se incluye en los recorridos turísticos para explicar parte de la historia y cómo ha impactado este personaje en la identidad zacatecana.
Ángela Ramos, mejor conocida como Juana Gallo y a quien le molestaba el apodo al que siempre respondía: “en tu madre me monto a caballo”, murió a los 82 años de edad por cirrosis hepática en el año 1958, e incluso el gobierno de esa época pagó los gastos de su funeral.