El Mineral de Peñafiel es una pequeña comunidad rural que se localiza al norte del municipio de Guanajuato y que tuvo su bonanza y vivió sus mejores épocas a principios del Siglo XX, allá por 1900, y extrañamente, aunque está literalmente en ruinas, se ha convertido en los últimos cinco años en un sitio de turismo, sobre todo para quienes gustan de la fotografía, pues ofrece imágenes que evocan para algunos al Viejo Oeste y a otros para recuperar parte de la memoria colonial del país.
Es parte de nuestro patrimonio cultural, externó el cronista de la ciudad, José Eduardo Vidaurri Aréchiga, este lugar es un pueblo fantasma, porque ya no vive nadie ahí, comentó.
La bonanza experimentada en el distrito minero de Guanajuato en el siglo XIX vio el florecimiento de pequeños minerales, como en el caso de Peñafiel, que durante algún tiempo fue explotado, pero luego, por razones aún del todo desconocidas, fue abandonado, quedando tan solo algunos vestigios que dan testimonio de su gloria pasada.
El poblado está ubicado a pocos kilómetros de la capital de Guanajuato, en un terreno escarpado en las faldas del cerro de Sirena, por el camino antiguo a San Nicolás y la Sierra de Santa Rosa. Su conexión es por un camino de terracería y desciende a la carretera panorámica, tramo Pastita-Cerro de los Leones.
En el lugar destaca el templo dedicado a Nuestra Señora de la Asunción, mismo que por mucho tiempo fue cuidado por una sola familia que se quedó a vivir en el mineral para ver cómo, de manera intermitente, se reanudaba y se suspendía la actividad en el lugar.
El mineral se agotó, pero la devoción a Nuestra Señora de la Asunción sigue vigente. En la época actual quizá viven cerca de ahí unas pocas familias, refiere el experimentado historiador guanajuatense, “pero el pueblo original ya es fantasma”.
La fachada principal del templo contenida entre dos contrafuertes es muy austera y carente de ornamentación, aunque no podemos precisar si en otras épocas lució diferente a como se aprecia en la actualidad.
La cúpula está formada sobre un tambor octagonal con ventanas en cada cara del polígono y está rematada con una singular linternilla rematada con una cruz. El altar principal es de corte neoclásico en donde se venera la imagen escultórica de la Virgen.
No obstante, en los últimos cinco años este lugar ha sido el escenario y la locación perfecta para cortometrajes, sesiones fotográficas, además de que estudiantes de arquitectura acuden para ver y rescatar parte de lo que fue esa estructura y que hoy es literalmente un pueblo fantasma, pero que aún conserva parte de su misticismo que lo ha vuelto atractivo para quienes gozan del turismo de aventura.
Sólo quedan vestigios del mineral de Peñafiel, pero la devoción a Nuestra Señora de la Asunción sigue vigente.
¿Qué hacer en Mineral de Peñafiel?
- Tradicional fiesta de la parroquia
- Su fiesta es regularmente el 15 de agosto, donde participan varios vecinos de los minerales cercanos
- Senderismo
- Ciclismo de montaña