La humeante sazón de su gastronomía tradicional heredada de los pueblos tutunakú y nahuas, así como sus coloridos paisajes y sus inolvidables actividades ecoturísticas, como son el avistamiento de luciérnagas y el senderismo en el Cerro Cabezón, son solo algunos de los atractivos que convierten a Tlatlauquitepec en uno de los destinos más interesantes de Puebla.
Situado en el corazón de la Sierra Norte y a tan sólo dos horas de la capital del estado, Tlatlauquitepec, que traducido al idioma náhuatl significa “cerro que colorea”, ofrece a sus visitantes la oportunidad de interactuar con la naturaleza y disfrutar una experiencia única de la gastronomía regional: la cocina tradicional de humo.
Los atractivos turísticos de Tlatlauquitepec, Puebla
Cubierto bajo el velo de neblina que propicia la humedad que se mezcla con el clima templado y la fortaleza vegetativa que lo rodea, este municipio cuenta con varios atractivos turísticos, los cuales van desde inmuebles históricos hasta experiencias en el exterior.
Este lugar se divide en tres zonas: central, alta y baja. Aunque todas están en el mismo lugar, cada una de ellas ofrece experiencias distintas.
Zona Central: Con importantes vestigios e inmuebles históricos
Zona Alta: actividades, como el senderismo y espeleísmo
Zona Baja: opciones relacionadas a cascadas y manantiales.
La imperdible cocina tradicional de humo
En primera instancia, quienes visitan este lugar tienen la inexcusable tarea de degustar los alimentos originarios de sus tierras.
Del maíz provienen los inconfundibles tlayoyos, que son en realidad obras de arte con el sello propio de cada cocinera o cocinero tradicional, prometen llevar en cada bocado los sabores más representativos de la zona.
Una parada obligada es la cocina de humo –o santuario– de la señora Teresa Jaimez, que se encuentra al interior de la Plaza Parque, situada frente a la explanada municipal.
“Tlayoyos Tere”, que ha sido reconocido a nivel estatal como uno de los establecimientos que aún preserva las recetas tradicionales de Puebla, reinventa por completo este alimento insignia, que se asimila a lo que en otros estados se le conoce como tlacoyos.
En el centro de Tlatlauquitepec, no se debe ignorar la oportunidad de probar el yolixpa, una infusión milenaria hecha a base de hierbas originarias de la región y aguardiente, misma que en otros tiempos tenía un uso ceremonial y medicinal.
Lo mismo ocurre con el café de la Sierra Norte, cuyo origen y propiedades pueden conocerse a través de la llamada Ruta del Café.
Este lugar posee una de las identidades culinarias más diversas de la región, al contar con platillos como el mole ranchero, mole de hongos, o las tradicionales carnes ahumadas.
También hay opciones dulces como el postre de calabaza, el cual usualmente se acompaña con un ligero toque de alcohol, ya sea de anís, jerez, guayaba, etcétera.
Un lugar para disfrutar del exterior
Por otra parte, quienes disfrutan de actividades sustentables en exteriores, este lugar cuenta con el distintivo Cerro Cabezón, que, además de ser protagonista de diversas leyendas, ofrece la oportunidad de ser caminado, y hasta descendido a través de una tirolesa. Desde aquí se obtienen las mejores vistas del valle.
Aunado a ello, las cascadas de Puxtla, Jilotepec y Tenexate, el manantial de Xiliaco, y la Presa La Soledad, demuestran la importancia de preservar los recursos naturales mientras se disfrutan como atractivos turísticos, pues aquí se puede practicar rapel y senderismo.
También se encuentran disponibles el Complejo Ecoturístico El Papalote, y las cuevas del Tigre y Olinteutli.
De hecho, la Presa La Soledad es sede del irrepetible e inmejorable Festival de las Luciérnagas, que expone cada año, un espectáculo natural obtenido gracias al avistamiento de estos peculiares seres diminutos que generan luminosidad.
Conoce su belleza arquitectónica
De los inmuebles históricos destacan diversas edificaciones religiosas construidas desde hace más de 300 años, como el Santuario del Señor de Huaxtla y el Ex Convento de Santa María de la Asunción; o algunas más recientes, como la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, que fue construida en 1922.
Algo que distingue al municipio es el tianguis que converge a los habitantes del pueblo cada domingo. Este centro de comercio, que hace varios años empezó como un punto de trueque entre personas originarias, se mantiene con vida gracias a la dinámica de la población. Este punto comercial se sitúa en la Plaza de Armas del municipio.
Finalmente, cabe mencionar que Tlatlauquitepec es uno de los 10 pueblos mágicos con los que cuenta el estado de Puebla. Dicha denominación le fue otorgada al municipio en 2012 y, desde entonces, la misma se ha mantenido gracias a la constante afluencia de turistas, y el impacto económico y social que esta actividad genera.
Tres lugares imperdibles:
“Tlayoyos Tere”: Reconocido nivel estatal como uno de los establecimientos que aún preserva las recetas tradicionales de Puebla, reinventa por completo este alimento insignia.
Cerro Cabezón: Es protagonista de diversas leyendas y ofrece la oportunidad de ser caminado, y hasta descendido a través de una tirolesa. Desde aquí se tienen las mejores vistas del valle.
Presa La Soledad: Sede del Festival de las Luciérnagas, que expone cada año un espectáculo natural obtenido gracias al avistamiento de estos seres diminutos que generan luminosidad.
¿Cómo llegar?
El costo de las casetas saliendo de la Ciudad de Puebla es de 192 pesos. El tiempo de viaje desde este punto es de 1:30 horas aproximadamente.