Cuando se visita la ciudad de Zacatecas te atrapa la belleza de sus calles de cantera rosa que la hacen lucir muy señorial, en el centro histórico nombrado Patrimonio Cultural de la Humanidad las leyendas, historias y anécdotas revolotean en el ambiente y es la Catedral Basílica uno de esos lugares místicos que se deben visitar por su belleza arquitectónica.
Ubicada en la Avenida Hidalgo a un costado de la Plaza de Armas y el Palacio de Gobierno, la Catedral Basílica cuenta con un retablo mayor que es uno de los principales ejemplos del arte barroco en México, elaborado con 25 kilogramos de oro de 24 kilates, fue concluido en 2010, lo que lo ha convertido en uno de los principales atractivos de Zacatecas.
El reconocimiento nacional e internacional a la Catedral de Nuestra Señora de los Zacatecas se basa principalmente en lo elaborado de su hermosa fachada de cantera rosada, lo que contrasta con su interior austero, aunque sus altares y columnas también son ejemplo del barroco.
La Catedral carecía de retablo mayor, que fue desmontado en 1852, dejando un vacío litúrgico y arquitectónico, cubierto sólo por una imagen simple de la Virgen de La Asunción adherida a la pared del fondo del templo.
Historia del retablo de la catedral basílica de Zacatecas
Desde hace ya 13 años la Catedral muestra el imponente retablo dorado, de 17 metros de altura por 11 de ancho, que rinde honor a la Virgen de La Asunción, El brillante metal ofrece luminosidad al espacio religioso, sobre todo durante la tarde noche, resultado de la entrada de los rayos solares por el rosetón de la fachada principal que iluminan directamente el altar principal.
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El retablo es obra del artista michoacano Javier Marín, elaborado en madera de abedul finlandés y recubierto con 25 kilos de láminas de oro de 24 kilates, extraído del semidesierto zacatecano.