Visitar Tlaxcala es encontrarse con las huellas de que en este sitio surgió la fusión entre indígenas y españoles, este es el caso de la zona arqueológica de Tizatlán donde aún se conservan vestigios de un templo prehispánico así como una capilla que sirvió para la conversión religiosa en el siglo XVI, lo cual hace de su visita una experiencia única.
Ubicada a tan solo unos minutos de la capital tlaxcalteca, la zona arqueológica de Tizatlán ofrece a sus visitantes la posibilidad de adentrarse en lo que fuera un territorio sagrado para sus antiguos pobladores pues a este sitio sólo tuvieron acceso los personajes de alto grado militar, de tal modo que también se le conoce como 'El palacio de Xicohténcatl'.
La teoría sobre los altares de sacrificio
De Tizatlán resulta impresionante la presencia de dos altares que conservan partes de su pintura original en la que se observan elementos relacionados con la guerra, como es el caso de corazones, cráneos humanos descarnados y manos en forma de garra.
De acuerdo con el investigador Ramón Santacruz Cano, del Centro INAH Tlaxcala, existen dos versiones sobre estos altares. La más arraigada entre la población de Tizatlán, la cual afirma que en estas planchas se llevaron a cabo sacrificios humanos en honor a las deidades, y la segunda es que en este lugar los militares destacados en el campo de batalla acudían para realizar rituales de ayuno y autoflagelación para alcanzar un rango militar aún más alto.
La capilla abierta
A tan sólo unos pasos de los vestigios prehispánicos se encuentra la Capilla Abierta de Tizatlán que da una clara muestra de la transición de la ritualidad prehispánica a la evangelización católica, pues lo que fuera el territorio de la casa real de Xicohténcatl ahora alberga también un templo religioso edificado en el siglo XVI.
Visitar la Capilla Abierta de Tizatlán es todo un deleite, sobre todo porque conserva sus pinturas originales, elaboradas por los indígenas tlaxcaltecas, que muestran imágenes religiosas como el bautismo de Jesús en el río Jordán, la adoración de los Reyes Magos y Jesús en el Purgatorio, entre otras obras.
¿Cómo llegar?
Para llegar a la zona arqueológica de Tizatlán desde la Ciudad de México en transporte público es necesario tomar el autobús en la TAPO, con rumbo a Tlaxcala capital, y en la central de autobuses abordar una combi que lleva a Tizatlán y pedir la parada justo en el sitio, el costo total es de no más de 300 pesos, aproximadamente.
Mientras que en auto será necesario tomar la autopista México-Puebla y ya una vez en la ciudad de Tlaxcala tomar la autopista Texmelucan-Apizaco y a la altura del kilómetro 28 se encuentra la salida al poblado de Tizatlán. El costo de las casetas para este trayecto de ida es de 124 pesos, de acuerdo con la aplicación de la SCT.
En cuanto al hospedaje, lo más cercano es la ciudad de Tlaxcala donde encontrarás hoteles desde los 500 pesos por noche o está la opción de plataformas como Airbnb con precios en ese mismo rango.