Mientras el jefe delegacional en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, pedía a Morena, bajo una lluvia apenas ligera, nuevas encuestas, a un kilómetro de donde despacha esa precipitación aceleraba la apertura de un bache que ya había sido denunciado por comerciantes de las calles Humboldt y Cristóbal Colón. Al lugar acudió Monreal, quien trató de explicar el origen de la oquedad, que se debió, dijo, a que se hizo un hoyo y luego colapsó el drenaje.
“Lo primero es resguardar el lugar y garantizar la seguridad de los que pasan por aquí, donde se hizo el socavón. Ya se realizan los peritajes para conocer los motivos por los que se hizo este socavón, aunque todo indica que fue por el mal estado del drenaje”, Fue a las 5:00 de la mañana cuando la vieja tubería del drenaje en esa zona de Reforma Centro se venció provocando una fuga de agua, de acuerdo con la Secretaría de Protección Civil (PC), que encabeza Fausto Lugo, que obligó a la evacuación de cuatro torterías y un estacionamiento, y a asegurar el perímetro para proteger a transeúntes y automovilistas.
Lugo comentó que ya habían contactado a personal de CFE y de una cadena televisora por cable para que reparen el cableado que se dañó tras colapsar el drenaje que originara el socavón.
La reparación del asfalto se estima en aproximadamente tres meses, de acuerdo con Cynthia Murrieta, directora de PC de la delegación Cuauhtémoc.
Fausto Lugo y Murriera coincidieron en que no existe responsabilidad directa para autoridad alguna.
El socavón que se hizo en el cruce de Humboldt y Colón, en plena colonia Centro, empezó con un bache eterno que nunca se terminó de arreglar.
Tres días de lluvias nocturnas provocaron filtraciones y comenzaron a dañar el subsuelo, al final, el reblandecimiento de la tierra más el peso de la tubería y el flujo del agua que se llevó el material provocaron el socavón.
Los ingenieros en el sitio comentaron que la tubería se rompió al no tener en qué sostenerse por el reblandecimiento, luego la tierra se comenzó a mover hacia adentro del ducto y se generó un vacío que no pudo sostener el peso del pavimento, al menos esa fue la primera versión que se tiene del hecho.
Más aún, según explicaron los ingenieros que hicieron el primer proyecto para resolver el daño, el ducto podría tener entre 12 y 20 horas de roto antes de que se desplomara el suelo.
Los retos que se enfrentan son el segundo pico de lluvias esperado en el Valle de México “que inició el lunes pasado–, la integralidad de las estructuras de los cuatro edificios que rodean el socavón y la presión pública y política.
La primera fase del proyecto incluye el apuntalamiento de la línea de drenaje que debe de mantener su actual verticalidad, de otra forma se podría hacer una nueva desviación que agrandaría más el hueco.
Para el apuntalamiento se rascará por debajo del tubo por lo menos metro y medio, aunque se podrían llegar a los tres metros, dependiendo de la mecánica del suelo para poder trabajar alrededor del mismo.
Los primeros trabajos no son para rellenar el hueco sino para reparar el ducto que contiene las aguas negras, mantener el flujo continuo y revisar que las paredes no se continúen deteriorando, lo que podría retrasar hasta en dos semanas más la finalización de la obra.
El primer cálculo que se tiene en la mesa de emergencia de la obra, en donde participan ingenieros expertos del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, la Comisión Federal de Electricidad, Telmex, Swecomex y la Secretaría de Obras del GDF, así como diversas empresas que utilizan el subsuelo para sus instalaciones como es el caso de Izzy (antes Cablevisión); es que se tarden al menos tres semanas y de entrada se cuenta con un presupuesto cercano a los 3.5 millones de pesos.
La maquinaria pesada empezó a llegar en la tarde y el primer camión de relleno “piedra de tezontle– cerca de las 16 horas junto con los primeros ajustes al programa de manejo de la obra. El responsable será la Secretaría de Obras con el apoyo técnico del SACM.
Los cables de electricidad dejaron de tener energía desde las 14:00 horas, desde medio día mientras los ingenieros de Telmex buscaban mantener la integridad de sus redes de fibra óptica, la que corre bajo la calle de Humboldt y la que opera en Paseo de la Reforma.
Conforme pasaron las horas el socavón se fue haciendo más grande, la maquinaria pesada entró en operación hasta la noche mientras las aguas negras del drenaje continuaban su flujo hacia el subsuelo.