A la abuela detenida en días pasados, porque supuestamentetorturó a su nieta de siete años, le causó lesiones que ameritancirugías reconstructivas, le descubrieron otro nieto de cincoaños, primo-hermano de la primera, al que al parecer maltratóigual o peor. Ahora ella tiene dos procesos en su contra, ypermanece presa en la Penitenciaría de Santa Martha Acatitla.
La Procuraduría General de Justicia capitalina, a través de lafiscal central de Investigación para la Atención de Niños,Niñas y Adolescentes, Margarita Maguey, informó ayer respecto aeste otro menor torturado, que presenta heridas en la cara,cicatrices en todo el cuerpo, y una deformidad por fractura en elbrazo derecho, por lo que se le envió a un nosocomio para suatención médica.
Expuso que solicitará la vinculación a proceso, así comoprisión preventiva otra vez contra la abuela materna de esasvíctimas, por el delito de privación ilegal de la libertad, conla modalidad de causar un daño, la cual tiene una penalidad dehasta 60 años de prisión.
Cabe precisar que los supuestos abusos de la abuela sedescubrieron cuando en diciembre pasado, llegó al HospitalPediátrico de Moctezuma una niña de siete años de edad, conevidentes signos de violencia.
Se logró establecer la probable participación de la abuela dela menor en el maltrato, por lo que fue detenida a principios delpresente mes de marzo, en su domicilio en Ixtapaluca, Estado deMéxico.
En el momento en que fue capturada, con ella se encontraban tresde sus nietos, de cinco, ocho y nueve años de edad, quienesdespués de recibir atención médica, ingresaron al Centro deEstancia Transitoria para Niños y Niñas de la ProcuraduríaGeneral de Justicia capitalina, donde son atendidosintegralmente.
Estos menores refirieron que existía un quinto niño, queseñalaron como su hermano más pequeño, al que su abuela, a quienellos llamaban mamá, también supuestamente lo había golpeadohasta dejarlo inconsciente.
Agregaron que esa vez fue la última ocasión que lo vieron, yque incluso creyeron que estaba muerto.
Ante estas revelaciones, el agente del Ministerio Públicoprocedió a localizar al pequeño, y a las madres de esos niños,quienes los dejaron al cuidado de su abuela.
Las investigaciones llevaron a una coordinación estrecha conlos registros civiles de la Capital y del Estado de México, parala búsqueda de las actas de nacimiento de los cinco niños; dos deellos registrados en la capital del país y tres en la entidadmexiquense.
Se recurrió al Sistema Desarrollo Integral para la Familia(DIF) para conocer antecedentes de los niños y de la abuela, a finde establecer si ésta tenía denuncias anteriores.
También se entrevistó a vecinos del lugar y se ratificó quelos menores y su abuela tuvieron tres cambios de domicilio duranteun año.
Tras investigar cada domicilio de los familiares que se teníanregistrados, se pudo conocer el paradero del niño, cuando su madrebiológica fue citada por sus parientes en la casa que habitaba laabuela.
Las autoridades recuperaron al niño en la colonia Río Blanco,delegación Gustavo A. Madero, en presencia de su mamá, quien esinvestigada.
Se descubrieron en el niño, los mismos signos de violencia quela niña rescatada en diciembre de 2016.
El menor presuntamente señaló a su abuela como la persona quele realizó cada una de las lesiones.
Estos datos fueron coincidentes con lo que, en su momento,aparentemente narró ante el representante social una de las niñasde nueve años de edad, recuperada por la PGJ el pasado 3 de marzo,quien dijo que su abuela tenía encadenada a la menor torturada desiete años, y atado en el baño al de cuatro años, ahora ya concinco años de edad.
En entrevistas por separado, los cuatro menores supuestamentecoincidieron que se cambiaron constantemente de domicilio con suabuela y que en una ocasión, el niño de cuatro años de edad fuegolpeado tres veces con un tubo hasta que quedó inconscientetirado en el suelo, por lo que pensaron que estaba muerto.
Una vez localizado y puesto a salvo, este niño fue trasladadoal Hospital Pediátrico de Peralvillo para su atención médica,donde al realizarle estudios médicos se observaron lesiones enmanos y pies por ataduras prolongadas, heridas y cicatrices en lacabeza y rostro, falta de dientes, deformidad en brazo derecho porfractura no atendida, deformidad en rodillas por la posición enque estuvo amarrado, cortaduras producidas con objeto punzocortantey calvicie.
En la cabeza presentaba diversas heridas, las cuales fueronocasionadas con un tubo metálico y un martillo, por lo que se lepractican estudios para descartar que existan daños a futuro, ybrindarle la atención médica y especializada que requiera.
Finalmente, la carpeta de investigación sigue en integraciónpor otros posibles delitos y la búsqueda de las madres de losmenores continúa.