Tras una semana de polémica por la colocación y retiro de los sellos de suspensión en el Estadio Azul y la Plaza de Toros México, la Secretaría de Seguridad Ciudadana, junto a la alcaldía Benito Juárez, incrementó este día la vigilancia afuera de los recintos, lo cual generó opiniones divididas entre vecinos.
De acuerdo con mandos de la policía capitalina, la seguridad del partido Cruz Azul vs Tigres, primer evento celebrado tras la clausura, estuvo a cargo de mil 150 elementos, desde policías auxiliares, preventivos, Policía Bancaria e Industrial (PBI), de Tránsito y privada, lo cual significó un aumento del 60 por ciento de agentes, en comparación con los operativos que se realizaban cotidianamente en esos inmuebles.
Autoridades de la policía auxiliar informaron a El Sol de México que debido a quejas vecinales por franeleros en la zona, que llegaban a cobrar hasta 100 pesos, reforzaron la seguridad en 60 calles de las colonias Ciudad de los Deportes, Nochebuena e Insurgentes San Borja, en donde con vallas y la presencia de dos a cuatro policías impidieron el tránsito a vehículos ajenos a los residentes.
El despliegue inició a las 10:00 horas, con la intención de inhibir la presencia de 60 franeleros y evitar altos flujos de tránsito vehicular.
“Nosotros tenemos registro de 60 franeleros, en un evento como el de hoy, remitimos entre cinco y seis franeleros. (...) por el operativo sí baja la presencia de estas personas”, informaron los mandos.
En un recorrido realizado por este diario se constató la presencia de policías en calles como Baltimore, Atlanta, Carolina, Florida., Cleveland, Alberto Balderas, Augusto Rodin, Maximiliano Ávila Camacho, Illinois, Indiana, Wisconsin, Pennsylvania, y tramos de Insurgentes Sur, hasta llegar a las calles de Santa Margarita, 700 metros a la redonda del Estadio Ciudad de los Deportes.
De acuerdo con vecinos, el operativo Ladrillera es aplicado desde hace algunos meses y aunque sí inhibe la presencia de franeleros, también provoca que muchos vecinos no puedan llegar a sus domicilios o los negocios de la zona reciban menos clientes en todo el día.
Glenda es habitante de la calle Carolina y tiene un local para pintar cerámica; sin embargo, no ve con buenos ojos los operativos, ya que la clientela baja y no puede salir en su auto.
“Al inicio era una buena idea, pero ya aplicándola, no tanto. A los residentes nos piden nuestras INE para poder pasar, las mostramos y aunque esté el nombre de la calle donde están los policías no nos dejan pasar o salir. Al estar bloqueadas las calles con vallas el tránsito se hace más complicado”, lamentó.
También hay otros que ven con buenos ojos los operativos, como Sara, quien reside en la calle Denver, muy cerca del parque Hundido. “Se vuelven más tranquilas las calles. Les pido educadamente a los policías que me dejen sacar o meter mi auto y todo está bien. Ya tiene mucho tiempo que no veo franeleros en esta zona”, expresó Sara.
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En el recorrido también se apreció un puesto de Protección Civil de la alcaldía, pero a unas cuantas horas de iniciar el partido todavía no se instalaba el puesto de mando que la Secretaría de Gobierno local prometió para dar seguimiento a las quejas vecinales durante el evento.
Más tarde, en las inmediaciones del estadio se registró la presencia del alcalde Luis Mendoza y del subsecretario de Gobierno, Fadlala Akabani, quienes supervisaron el operativo.