Condenados a la extinción por la modernidad, tranvías y ferrocarriles de pasajeros son homenajeados con la exposición El Tren de la Ciudad de México, montada en el Museo de Arte Popular (MAP), cuyo director, Walther Boelsterly Urrutia, niega que sea un réquiem para esos medios de transporte, sino una propuesta para reactivarlos.
En entrevista, afirmó que lugares, tradiciones, costumbres y la historia misma de la Ciudad de México enganchados a las locomotoras parecen ser arrollados irremediablemente en nombre del progreso, pero ahora se pueden revivir como una opción limpia y ecológica.
El director del MAP resaltó que la intención de dicha muestra es hacer un homenaje y al mismo tiempo presentar una propuesta a fin de reactivar los tranvías, lo cual se quiso hacer infructuosamente durante el sexenio de Marcelo Ebrard.
En ese entonces, el jefe de Gobierno de la Ciudad de México planteó construir dos rutas, las que cubren ahora la Línea 4 del Metrobús, incluso un prototipo del tranvía fue exhibido en el Zócalo, pero la idea fracasó.
Ahí, fue en la llamada Plaza de Armas durante el porfiriato, cuando en 1900 se inauguró la primera línea de tranvías eléctricos, cuyo derrotero era a la municipalidad de Tacubaya.
La inauguración del Metro, en 1969, fue el inicio de su extinción hasta que desaparecieron de la faz de la Ciudad de México y si acaso algunos sobrevivieron y transformados para dar servicio entre Tasqueña y Xochimilco.
LA EXPOSICIÓN
El director del MAP explicó que la muestra tiene como objetivo retomar estas tradiciones y lugares que se han perdido, escapado de las manos de una forma muy tonta, “porque cuando se nos escapan de las manos y se nos van como agua entre los dedos, se nos va la historia, se nos va parte de la literatura, se va parte de las costumbres, se van parte de las tradiciones”.
Se le preguntó: ¿Es hacer un réquiem por un transporte que ya está muerto y se puede revivir? A lo que Boelsterly Urrutia respondió:
Es hacer un homenaje y al mismo tiempo proponer que es un medio de transporte que deberíamos revivir y que en el mundo entero le están apostando a las vías férreas, como en Japón y en Europa, con los trenes bala.