En 10 años CAPEA ha registrado casi 20 mil casos de personas extraviadas o perdidas, 422 fueron encontradas sin vida, de otras cinco mil no se sabe nada. Son estudiantes los que más se van sin dejar rastro en esta ciudad de ausentes, donde se ha vuelto una situación normal el ver fichas en postes, muros, en el Metro y en redes sociales con fotos, nombres y rasgos de personas, en su mayoría mujeres, que un día simplemente no regresaron a casa...
Soy Eduardo López Gómez, tengo 71 años, Me gusta sonreír, en especial en las fotos, creo que me hace ver la alegría juvenil que no he perdido, también por eso uso gorras y chamarras modernas, no me siento un viejo.
Hace unas semanas me operaron. Salí bien. Unos días después falleció mi hermana. Ese día no supe más. Lo último que sé de mí es que estaba en el paradero, en la delegación Tláhuac. Ahora no sé dónde estoy. Pertenezco a una de las cinco personas que al día se pierden en la Ciudad de México y que son reportadas en el Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA).
La policía tiene una cámara que apunta a ese lugar, pero ese viernes no servía, así que desconozco qué placas tenía el camión, además que no se leer, entonces tampoco me serviría de mucho. En ese paradero, y en cientos de lugares más la ficha que emite CAPEA ha sido repartida en cientos de sitios de esta ciudad.
Mis hijos y familiares han difundido mi imagen y mis señas particulares en redes sociales. Caminan y caminan en un peregrinaje para saber de mí. Me han buscado en albergues, hospitales y en el Semefo.
También soy Jorge Alberto Altamirano, ingeniero químico egresado de la UNAM; Pedro Juárez, César Juárez y dos mil 785 hombres de los que no se sabe nada.
Soy María Yazareth Pérez, padezco una limitación y fui enganchada para salirme de mi casa; también soy Sonia Agustina Ávila y Silvia Karina Verona Ortiz; somos dos mil 557 que nadie ha visto.
DESAPARECEN 5 CAPITALINOS CADA 24 HORAS
Todos los días se registran los nombres y características físicas de al menos cinco personas de las que se desconoce su paradero en esta Ciudad de México. Desaparecen y dejan detrás mínimos rastros que ayuda, en pocas ocasiones, a localizarlos.
En una de las urbes más grandes del mundo, son los estudiantes de quienes más reportes se reciben, alrededor de cinco mil, seguidos por las amas del hogar y los empleados.
Las fichas que emite el Centro de Apoyo a la Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA) se desgatan en postes, muros, en los avisos del Metro y más recientemente circulan en las redes sociales.
En particular, 2016 y 1027 son los años en los que más denuncias se han recibido en esta instancia dependiente de la Procuraduría capitalina.
El año pasado 887 mujeres de entre cero y 17 años se extraviaron, la cifra más alta en todo el registro. Mientras que en el caso de los hombres, la suma, también del año anterior, llegó a 785.
En la localización de personas que fueron reportadas en CAPEA y que fueron hallados muertos en los últimos 8 años (que es el conteo que presentó la oficina mediante una solicitud de transparencia que presentó El Sol de México), son los hombres los que lideran con 199 casos.
EL PEOR AÑO
Esta es la realidad prevalece para 5 mil 342 personas que no han regresado a casa. Sus rostros, nombres y señas particulares las hallamos en postes, en paredes, en los anuncios del Metro. La situación tuvo un repunte durante 2017, de acuerdo a datos de CAPEA.
Por cada una de las personas extraviadas hay una investigación que realiza la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, que se acumulan a las miles de indagatorias por diferentes causas, aunque en el caso de CAPEA en pocos casos se confirman desapariciones, éstas las tiene consignada la Procuraduría General de la República y en su página del Secretariado Ejecutivo relata que son 50 casos; por algunos se ofrece recompensa.
Para 244 familias, solo de 2012 a la fecha, la investigación culminó de manera negativa, sus familiares fueron hallados sin vida en circunstancias que la Procuraduría no detalló en la respuesta a la solicitud de transparencia 0113000384517, y por lo que se solicitó una entrevista o respuesta oficial que hasta el cierre de esta edición no se proporcionó.
La otra cara de los reportados como no localizados en esta ciudad, y que fueron encontrados es afortunadamente mejor, pues en esos mismos cinco años se encontraron con vida 10 mil 392 personas, tampoco se dio a conocer cuáles fueron las circunstancias.
Para el Centro de Atención a Personas Extraviadas y Ausentes, su ámbito de competencia es "la búsqueda de las personas que los usuarios del Centro reportan como extraviadas o ausentes, para ello se inicia una Carpeta de Investigación Especial correspondiente como una denuncia de hechos, lo que nos permite llevar a cabo la investigación sistemática e integral de la intervención de diversas disciplinas, en los términos que establece el Acuerdo Institucional".
Para abundar más sobre las cifras obtenidas por transparencia, las causas de pérdida y las formas de ubicación, este medio buscó una entrevista o postura oficial de la Procuraduría General de Justicia capitalina, sin que antes del cierre se diera cualquiera.
En octubre de 2012, el gobierno de la Ciudad de México publicó en la Gaceta Oficial del entonces Distrito Federal el Protocolo para la Búsqueda Inmediata de Personas en Situación de Extravío o Ausencia, en Especial de Mujeres, Niñas, Niños y Adolescentes.
Pese a que a entre sus lineamientos está el de dar una atención con eficacia, testimonios como de la familia de Pamela Gallardo, extraviada en Tlalpan hace más de dos meses, o de María Yazareth Pérez, explicaron a este diario las dificultades para que se emita la ficha.
En las agencias, relataron, les envían de una oficina a otra y cuando finalmente en CAPEA les atienden, tienen que pasar en esas oficinas alrededor de ocho horas.