En la Ciudad de México, 828 palmeras han sido, derribadas debido a que estaban infestadas de plagas o muertas. Como parte del "Programa de Saneamiento de Árboles y Palmeras de la CDMX”, realizado por la Secretaría del Medio Ambiente local (Sedema), instituciones especialistas alistan un informe final en el que describirán los patógenos que causaron la muerte de los ejemplares.
En 2022, la dependencia detectó enfermedades en palmeras localizadas en zonas urbanas, uno de los árboles muertos fue la emblemática palma de Paseo de la Reforma, retirada el 24 de abril.
La secretaría informó vía transparencia que de las palmeras derribadas, 290 estaban en Coyoacán, 278 en la alcaldía Miguel Hidalgo, 196 en Benito Juárez y 64 en la Cuauhtémoc. El material resultante del derribo, destaconado y retiro del material infestado de palmeras muertas fue triturado y sirve como composta.
A raíz de estos hallazgos, encomendó a un grupo de especialistas tratar a 12 mil 302 palmeras y a cinco mil 919 árboles, para su saneamiento. A la par, expertos realizan un estudio que permita conocer las condiciones actuales de los árboles y las causantes de sus enfermedades.
Roberto Quintero Campos, jefe de la Unidad Departamental de Plagas y Enfermedades de la Sedema, dijo a El Sol de México que expertos del Colegio de Posgraduados, de la Universidad Autónoma de Chapingo, del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, así como del Centro de Investigaciones Científicas de Yucatán, detectaron siete agentes patógenos que enfermaron a las palmeras, de los cuales darán detalles en el informe final del programa, el cual aún está en pruebas de validación.
35% de los derribos de palmeras que realizó Sedema ocurrieron en espacios de la alcaldía Coyoacán
El maestro en ciencias agrícolas expuso que la cantidad de 828 palmeras derribadas obedece al monto presupuestal que tuvo el programa el año pasado (60 millones de pesos). Esto significa que podrían ser más palmas las derribadas.
“Para nadie es un secreto que las palmeras han ido muriendo y la atención a 12 mil 302 fue de aquellas palmeras que se han muerto que son un peligro para la ciudadanía y para infraestructura de la ciudad. Se fueron derribando a la medida en que el presupuesto nos alcanzó, porque teníamos un presupuesto limitado, entonces eso nos dio para 828 palmeras a derribar (…) Pueden ser más en la medida en que también las alcaldías se involucren en la atención de sus áreas verdes, como lo plantea la Ley de Protección de Suelos de la Ciudad de México en su capítulo 9”, detalló en entrevista con este diario.
La Sedema indicó en respuesta a una solicitud de información que “hasta el momento no se tiene programada la siguiente etapa del proyecto”. Cuestionado al respecto, Roberto Quintero Campos aclaró que como seguimiento a la investigación iniciada el año pasado, las instituciones académicas lanzarán un plan de manejo con una serie de recomendaciones con ocho tratamientos, para que las alcaldías colaboren en el cuidado de las palmeras y a todo el arbolado de la urbe.
La mayoría de las palmeras que están muriéndose, dijo, tienen entre 80 y 100 años, por lo que es riesgoso pensar en una rehabilitación con trasplante, es decir que este tipo de árboles, por su altura de entre 15 y 25 metros, y su edad, de 80 a 100 años, no pueden ser tratados para su recuperación en viveros de la Sedema.
"Estamos hablando de palmeras que están en camellones, que están en avenidas principales, la logística es muy difícil; pero tampoco los técnicos recomiendan esta acción, porque en la medida que un árbol, ya sea palmera u otro árbol, va creciendo y se va desarrollando en un ecosistema, es muy difícil sacarlo de ese ecosistema y montarlo en otro para que se adapte. No es factible con árboles de gran tamaño", afirmó.
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Las 828 palmeras derribadas fueron sustituidas por 17 especies arbóreas, la mayoría fuera del reino de las palmeras, como nísperos, guayabas, liquidámbar, magnolia y acacias.
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