¿Y ahora dónde voy a dormir? Reclama al aire doña Elena que hizo una reservación por cuatro noches, en un hotel situado en la frontera entre las colonias Roma Norte y Doctores.
La mujer de 62 años, procedente de Oaxaca a bordo de un camión que hizo base en la Central Camionera del Norte, ha llegado a la Ciudad de México para cuidar a su hermana hospitalizada en el Centro Médico Nacional Siglo XXI, pero se ha topado con la noticia que su hotel ha sido cerrado por la actual pandemia que mantiene en contingencia a muchos países, incluído México.
"Y ahora pa' dónde me voy, si no soy de acá". –Vámonos para el albergue cerca del hospital mamá- le ataja su hijo que la acompaña en este periplo.
Desde la noche de este miércoles 1 de abril, el gobierno de la CDMX notificó a propietarios de hoteles en la ciudad que deberían cerrar, a más tardar y según versión de recamareras, este jueves a las 13:00 horas.
La noticia ha enfadado a trabajadores y dueños de este sector productivo. Los han dejado a la deriva como a miles de huéspedes que han tenido que abandonar sus habitaciones y recibir los reintegros por los días no ocupados.
Sólo en el perímetro que comprende de este hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social, han cerrado sus puertas 11 hoteles que mantenían una ocupación al 70 por ciento por la zona que alberga varios edificios de hospitales.
En el pasillo del hotel Estadio, de tres estrellas, un estadounidense que se entera de la noticia de evacuar cuanto antes su habitación se comunica con algún familiar vía telefónica.
"The situation it’s very complicated in Mexico, I need another hotel", le relata quejumbroso a quien lo escucha del otro lado del celular.
Y como el extranjero cientos están en la misma condición: en incertidumbre total, con maletas en la calle y temerosos de infectarse de coronavirus, sin tener un refugio temporal para poder sortear la etapa crítica.
Para los pocos afortunados, las casas en renta a través de aplicaciones parece ser una salida, pero no todos tienen la misma oportunidad de adquisición en renta.
Al mismo tiempo que los huéspedes abandonan las habitaciones de los muchos hoteles en este sector de la ciudad, la noticia se esparce por toda la urbe, en un día en el que las calles lucen tibias de gente y por ratos atestadas de tránsito vehicular.
Mientras que afuera del mismo hotel que, por instrucciones del gobierno capitalino, le ha negado al acceso a su recámara a doña Elena, el gerente y trabajadores se apresuran a martillar la entrada que han sellado con tablas y letreros improvisados con cartulinas que rezan: "Por disposición del gobierno de la Ciudad de México este establecimiento estará cerrado temporalmente" y "Cerrado pro Covid 19".
"Nos dieron en la madre, nos avisaron a las once de la noche que teníamos que cerrar (…) el gobierno nos está mintiendo porque ya hay muchos enfermos y de alguna manera la gente que viene de fuera se refugia en los hoteles, sino tienen que quedarse en la calle y allí hay mas riesgo", señala Octavio uno de los hombres que trabaja en el cierre del hotel.
De no hacerlo, el gobierno capitalino irrumpiría en dichos establecimientos para aplicar los sellos de clausurado por no acatar la instrucción, según informa el trabajador.
Con la instrucción del cierre de hoteles y centros comerciales la situación se torna complicada para una ciudad que, antes de la pandemia, no dormía. Ahora ronca sigilosa esperando que la condición económica y social no recrudezca, mientras cientos de provincianos buscan desesperados por las calles algún sitio donde puedan dormir, darse un baño y respirar aire que no les cause sensación de contagio.