La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, aseguró que a pesar de que las cifras de delitos estaban maquilladas hasta en 75 por ciento durante la anterior administración, se ha logrado reducir la incidencia de cuatro ilícitos de alto impacto en lo que va del año.
Al rendir su informen de 200 días de gobierno ante centenares de personas reunidas en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, llamó a la ciudadanía a construir una nueva cultura cívica y a ser solidarios e incluyentes, pues aseguró que el gobierno está con el pueblo.
“Construir una Ciudad donde la empatía se contagie, y nos desprendemos del egoísmo que nos desapega. La Ciudad más limpia no es sólo la que más se barre, es aquella donde todas y todos dejamos de tirar basura. A eso me refiero con la constitución de un nuevo civismo en la Ciudad”, expuso.
Afirmó que su administración no rehúye su responsabilidad, y se está esforzando y trabaja arduamente por abatir las desigualdades, así como regresar a la ciudad a un camino de honestidad, entrega en el servicio público y de orientación hacia la innovación y derechos.
“Podemos decir que hemos avanzado en la mayoría de las acciones que nos planteamos, pero si bien estamos contentos por servir al pueblo, apenas comienza la verdadera transformación de la ciudad”, remarcó.
Indicó que a pesar de que aún existe una cifra negra delictiva, entre diciembre y julio de este año hubo una disminución en delitos de alto impacto con respecto al mismo periodo del año pasado.
Precisó que los índices de homicidios dolosos disminuyeron en 15.4 por ciento, lesiones por arma de fuego en 45.6 por ciento, robo de vehículo con violencia en 22.3 por ciento, y el mismo tipo de delitos sin violencia en 19.8 por ciento.
En su discurso, que duró poco más de una hora, delineó los seis ejes de su gobierno y aseguró que se avanza a una ciudad más justa con menos desigualdades y mayor acceso de todos a los grandes derechos.
“El acceso a la educación, la salud, la vivienda, el agua, el espacio público, la movilidad sustentable, la cultura y un medio ambiente sano, generan condiciones para disminuir violencias y sientan las bases para una prosperidad compartida”, apuntó.
Dijo que el objetivo de su gestión en la ciudad es realizar cambios profundos para terminar con una política de privilegios, corrupción y abusos, que se impuso como forma de gobierno en el pasado en contra de la voluntad popular.
“Veamos a la ciudad como la casa de todas y de todos, y participaremos en lo que nos corresponda con creatividad, vínculo y amor por la ciudad. El gobierno no rehúye su responsabilidad, pero también entre todos tenemos que construir una ciudad más solidaria”, añadió.
Indicó que está entregando toda su voluntad, determinación y capacidad para hacer de la Ciudad de México un lugar seguro y en paz, “y estar a la altura de este pueblo maravilloso de la Ciudad de México y a la altura de la cuarta transformación de la República”.
En la rendición de cuentas estuvieron los presidentes del Tribunal Superior de Justicia, Rafael Guerra; del Congreso capitalino, Martin Jesús del Campo; de la Mesa Directiva del Senado, Martí Batres, y de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Mario Delgado, además de 15 de los 16 alcaldes, con la ausencia del titular de Benito Juárez.