Las mujeres capitalinas de más de 60 años de edad perciben mensualmente 31.5 por ciento menos dinero que los hombres, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El estudio muestra que las adultas mayores tienen un promedio de ingresos trimestrales de 25 mil 413 pesos, es decir, ocho mil 471 pesos al mes. Los varones obtienen recursos mensuales de 12 mil 371.66 pesos.
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Yolanda, de 73 años de edad y habitante de la alcaldía Venustiano Carranza, dijo a El Sol de México que al mes percibe entre siete y nueve mil pesos.
La entrevistada mencionó que además de la Pensión de Adultos mayores, que asciende a un pago bimestral de seis mil pesos, obtiene cerca de 500 pesos por trabajar dos días a la semana en actividades de limpieza. Además sus hijos también la apoyan económicamente.
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"No alcanza el dinero en los alimentos, porque a veces está muy caro lo que tiene uno que comprar para comer.
"Lo primero que hace uno es pagar los servicios como luz y gas y ya viene siendo menos lo que uno tiene para comprar alimentos y medicinas", dijo Yolanda quien vive en un departamento que le dejó su esposo.
Sofía es una habitante de la alcaldía Iztapalapa y sus ingresos mensuales son mayores al promedio reportado por el Inegi.
La mujer explicó que al mes obtiene cerca de 20 mil pesos debido a los apoyos económicos gubernamentales y de sus hijos, así como a la renta de viviendas y un microbús.
"En estos momentos siento que mis ingresos son menores. En el pasado ganaba más y ahora las cosas son más caras como el jitomate y la cebolla", comentó.
Otras mujeres consultadas por este diario, quienes por motivos de seguridad prefirieron no mencionar sus nombres ni el dinero que perciben, coincidieron que entre sus principales ingresos están la Pensión de Adulto Mayor y los apoyos de sus hijos.
La coordinadora del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez (SUIEV) de la UNAM, Verónica Montes de Oca, explicó a este diario que el problema de la brecha de ingresos está presente en el curso de la vida y durante la participación económica de las mujeres, por tres factores fundamentales: el sistema patriarcal, que domina el mercado de trabajo y la lógica social; el prejuicio hacia el trabajo femenino; y a la división sexual del trabajo.
“Aunque nazcamos con un sexo biológico, la sociedad nos impone roles sociales, o sea, el género, entonces, claro que cuando llegamos a envejecer, si tú no tuviste la oportunidad de desarrollarte de manera profesional, de hacer un emprendimiento personal, porque fuiste ama de casa o fuiste cuidadora o fuiste madre y te dejaron a ti sola a los hijos para cuidarlos, obviamente, eso genera una sobrecarga en el uso del tiempo (…).
“Hombres y mujeres tenemos 24 horas al día, y las mujeres dedicamos muchísimo más tiempo a las actividades domésticas, a las actividades de cuidado y a las actividades de la crianza; y, además, trabajamos”, dijo en entrevista.
Sobre la reserva que tienen algunas adultas mayores a para hablar sobre sus ingresos, a diferencia de los hombres, la investigadora mencionó que esto es porque las mujeres son más cuidadosas debido a la discriminación, el prejuicio, la marginación y el maltrato económico.
Montes de Oca consideró que también hay prejuicio desde la seguridad social hacia las mujeres para otorgar una pensión por viudez, ya que es mucho menor el número de mujeres pensionadas por viudez en comparación con otros países.
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“Todo eso que vivimos las mujeres al final repercute en nuestro desarrollo personal y en alguna forma de emprendimiento, para tener un ingreso en tu vida y a tu futuro para tu vejez", mencionó.