A raíz del rechazo en algunos términos de la regulación a la que las apps de transporte privado estarán sujetas para dar servicio en la Ciudad de México, el gobierno capitalino ajustó una condición: la impuesta al valor del automóvil.
Las normas presentadas esta semana explicaban que para que Uber, Cabify, DiDi, Beat y aplicaciones similares estuvieran activas, se requería de unidades con un valor factura de 250 mil pesos.
Esto se tradujo en el rechazo de las empresas, en particular Uber, pues al menos 40 mil de sus socios estarían en riesgo de perder el trabajo al no alcanzar esta condición en sus vehículos mientras que Cabify sostuvo que elevar el valor del vehículo es una barrera para el autoempleo y el desarrollo económico.
El Sol de México cuestionó a Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno pues la tasa de desempleo en la capital del país aumentó 1.2 puntos porcentuales en un año. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), al cierre de marzo este dato alcanzó 4.8%, contra 3.6% del mismo mes pero de 2018.
"No se van a perder empleos con las regulaciones a la que están obligadas las empresas que brindan servicio de taxi mediante plataformas digitales, lo único que se busca es poner orden y generar piso parejo entre los taxistas locales", respondió Sheinbaum.
Por ello, la mandataria capitalina instruyó que se publique una enmienda en la Gaceta para regresar al valor estipulado en 2015, es decir, un valor factura de 200 mil pesos.
“Es indispensable en cualquier ciudad del mundo tener cierta regulación. El mercado por sí mismo, está más que demostrado, no se regula a sí mismo, al contrario, genera monopolios”, señaló.
Por su parte, la Secretaría de Movilidad recordó que no están permitidos los cobros en efectivo, pues así los establece la Ley de Movilidad desde 2015.
"El acuerdo que no ha sido respetado por dichas empresas", explicó la dependencia.