Durante seis meses, una empresa privada se encargará de analizar el hundimiento del subsuelo en la Ciudad de México para conocer el impacto y así prever alternativas para el funcionamiento del sistema de drenaje en los próximos 20 años.
El Sistema de Aguas (Sacmex) encargó un estudio, a través de una licitación pública, en el que se propongan alternativas con las que se pueda simular el hundimiento del terreno, y así poder proyectar el problema en los años 2021, 2024, 2030, 2035 y 2040 y relacionarlos con los daños que sufriría la infraestructura de drenaje.
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Además, en este proyecto se considera la problemática de los socavones que recientemente se han presentado y que pueden tener relación con los hundimientos del terreno, pues intuyen que esto activa las fallas de la infraestructura hidráulica y posteriormente el colapso del suelo, por lo que buscarán confirmar o descartar si su activación se relaciona con los hundimientos.
“Con esto se podrán prever los diferentes cambios que se tienen que hacer a la infraestructura con la finalidad de plantear mejor las obras propuestas”, dice el documento sellado el 15 de julio y consultado por El Sol de México.
La empresa que gane la licitación recibirá información de las nivelaciones históricas y se elaborarán planos en los que se revisarán diferentes periodos de evolución de los hundimientos para determinar qué zonas presentan mayor afectación por este fenómeno.
Esta información será sobrepuesta a planos de infraestructura de drenaje y se clasificarán las obras del sistema que se encuentran en las zonas de mayor riesgo de afectación, cabe aclarar, que no sólo se revisarán las instalaciones asociadas a las mismas entre los que mencionan, líneas de conexión y plantas de bombeo que deberán incluir a las localizadas en pasos a desnivel tanto vehiculares como peatonales si se trata de infraestructura de drenaje.
Los datos históricos, de mayores hundimientos están relacionados a las alcaldías Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza -en la zona cercana con el Lago de Texcoco- Iztacalco, Tláhuac e Iztapalapa, todas ellas vinculadas con el Estado de México.
Por otra parte, las zonas dañadas por agrietamientos se vinculan a regiones con poco hundimiento, por lo que será necesario identificar el registro de los agrietamientos y relacionarlos con las fallas de la infraestructura de los sistemas de drenaje.
“Se propone dar otro enfoque a la evaluación del hundimiento y sus efectos sobre la infraestructura hidráulica y analizar cuál es la perspectiva hacia el futuro de este tipo de obras y proponer alternativas de solución que permitan si bien no resolver de raíz el problema dado que el hundimiento no se puede parar, sí al menos que estas reparaciones tengan una durabilidad mayor y mitigue la afectación en un futuro cercano”, dice la propuesta.
El análisis está programado para iniciar el 13 de agosto y finaliza en diciembre.