Los trabajos de restauración del Ángel de la Independencia de Ciudad de México, tras los daños causados por dos sismos en 2017, finalizarán en agosto, informó este jueves la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum.
Luego de los daños por los sismos del 7 y del 19 septiembre de 2017, este símbolo del patrimonio histórico de la capital mexicana fue sometido a una restauración con un costo estimado de 14 millones de pesos. Hasta el momento registra un avance en las obras del 56%.
"El Ángel ha tenido distintas historias relacionadas con la ciudad sísmica y con las características del suelo de esta zona", refirió Sheinbaum tras un recorrido para conocer el avance de las obras, que comenzaron en septiembre de 2019.
La mandataria capitalina comentó que, precisamente, gracias al reforzamiento de la columna, el sismo del pasado martes "no ocasionó mayores afectaciones en su estructura".
Dijo que "afortunadamente", el monumento contaba con una estructura (anillos y cables tensores), de lo contrario, habría tenido muchos más daños con el sismo de hace dos días.
Precisó que en la revisión técnica de las características del suelo y de la emblemática columna participan técnicos en estructuras del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
ESTUDIOS TÉCNICOS
El secretario de Obras y Servicios de Ciudad de México, Jesús Esteva, recordó que en el proyecto colaboran la UNAM, la Secretaría de Cultura capitalina y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
Para los estudios técnicos se instaló un andamio de 42 metros de altura, ademas de un sistema de refuerzo temporal y se comenzó con el reemplazo de las placas afectadas, indicó.
Explicó que la estructura presenta agrietamientos en el recubrimiento de la piedra y desajuste de sillares de la columna debido a los sismos que se han presentado en la Ciudad de México desde 1957.
El funcionario contó que para determinar la condición metalúrgica de la columna, se hicieron estudios de topografía, composición metalográfica e inspección de ultrasonido, así como medición de las fisuras de la columna.
De igual forma, durante el proceso de reforzamiento se colocaron puntos de control en obeliscos y cantera para monitoreo de movimientos, explicó.
A la fecha se han colocado tabletas de concreto y vigas de acero que sirven como base para 16 tanques de agua con capacidad de 20 mil litros (contrapesos) y cuenta con 78 placas de acero equivalentes a 117,78 metros cuadrados, de las cuales 16 (el 20 %) tienen fisuras o están deformadas por lo que ha sido necesario remplazarlas.
Todo los sismos de gran magnitud que han afectado a la Ciudad de México los ha resentido el Ángel, el primero, el 28 de julio de 1957, provocó la caída de la escultura, una Victoria Alada, y grietas importantes en el anillo de concreto.
Posteriormente, el del 19 septiembre de 1985, de magnitud 8,1, y la réplica del día siguiente produjeron daños en las escalinatas, fracturas y desplazamiento de sillares.