La colonia Granjas México y calles como Añil o Avena son la madriguera perfecta de huachicoleros en la Ciudad de México. Es una zona donde predominan en 75 por ciento las naves industriales, todas ellas similares, con entradas para vehículos de carga y en la que predomina el color blanco para las unidades que transportan la mercancía. Y si el olor fuera un factor para denunciar la sustracción de hidrocarburos ahí está la Planta de Almacenaje y Distribución de Pemex y un centro de venta de Gas Bienestar.
Todo el escenario se pinta perfecto para quienes roban gasolina de los ductos de Petróleos Mexicanos, y en ello ayuda el vecindario, que es pequeño con pocos negocios de barrio.
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Añil es la calle donde en 2019 se clausuró una toma clandestina y en la que el martes pasado otras dos fueron cerradas por especialistas de Pemex. Según vecinos consultados por este diario, hace falta más vigilancia.
Las dos nuevas tomas clandestinas fueron localizadas en un mismo terreno, en una bodega de juguetes ubicada en el 217, a un lado está un terreno en construcción. La videocámara más cercana del C5 está muy lejos y no pudo dar testimonio de cómo es el tránsito del combustible robado.
Enfrente del lugar donde se cometía el robo del combustible está la Planta de Almacenaje y Distribución de Pemex y más adelante un depósito de Gas Bienestar. Ambos del lado izquierdo de la calle.
En la calle de Avena, a espaldas de Añil, por donde podrían salir los camiones con el huachicol, hay casas en obra negra a medio construir, así como naves industriales.
Juan Aguilar, vecino de la zona, se quejó del cierre de calles. “Nos dejaron sin transporte público desde hace tres años, tengo que caminar más de cuatro calles”.
Con información de Manuel Cosme