La contingencia sanitaria ha forzado a los pequeños propietarios dedicados al arriendo de vivienda a bajar sus costos para conseguir inquilinos que, a su vez, buscan opciones más baratas para soportar el golpe económico que provocó el Covid-19 o de lo contrario tendrán sus departamentos parados y con ello sus ingresos detenidos, como ya ocurre.
Sandra Barrios, agente de bienes raíces de la empresa Contacto Inmobiliario, conoce la situación de primera mano. Con 15 años de experiencia en el sector, cuenta a El Sol de México que fue en marzo y abril cuando se empezaron a vaciar los primeros edificios en colonias de alta plusvalía de las alcaldías Benito Juárez, Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo. Este primer éxodo fue de extranjeros que trabajan en empresas trasnacionales con sede en la capital y que volvieron a su país cuando la pandemia apenas empezaba en México.
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“Toda esa derrama económica de los extranjeros en el arrendamiento se va, por eso ves tantos departamentos vacíos. Me empiezan a hablar los propietarios: 'oye ya se me vació mi departamento'. Fueron los primeros departamentos en vaciarse, de clase media, media alta y alta en Cuauhtémoc, Benito Juárez, Miguel Hidalgo”, dice Barrios, quien precisa que este sector tenía apoyos de su empresa para el pago del alquiler, además que perciben sueldos hasta tres veces superiores al costo de la renta que pagan.
No obstante, aquellos extranjeros que se quedaron por trabajar en empresas más fuertes y consolidadas empiezan a buscar opciones más baratas. “Nos empiezan a hablar para decirnos que, si estaban en una renta de 40 mil pesos, les busque una de 30 o de 25 mil y si se puede de 20 mil, casi 50 por ciento menos”, cuenta con sorpresa. A esto se sumó una caída abrupta de 30 por ciento en los precios de alquiler. Sin embargo, dice, se trató de una baja al costo real de arriendo, pues la burbuja inmobiliaria les permitió a muchos propietarios cobrar rentas excesivas.
Fue entre 2014 y 2017 con el boom inmobiliario que el negocio dejó manos llenas para todos. “Suben las rentas altísimas, se retabulan los prediales, llegan los extranjeros que aceptan pagar rentas altísimas. Si tú subes tu renta, el vecino también y el de al lado también y al ratito toda la colonia vale una lana y empieza a venir la gente de mayor capacidad económica a vivir ahí y la plusvalía para arriba. Todos ganamos y todos felices. Pero sabemos que no eran rentas reales, mucha gente se acostumbró a ganar rentas muy jugosas”. Barrios tiene clientes propietarios que desde marzo no han logrado rentar. Uno de ellos tiene un departamento en la colonia Ampliación Granada, en Miguel Hidalgo, y de 16 mil que empezó a rentar, hoy lo ofrece en 10 mil pesos y aun así no encuentra inquilino. “Eso lo puede pagar un ejecutivo común y corriente, que tiene que ganar 48 mil pesos. Si a este ejecutivo le bajaron su sueldo a 25 mil ¿crees que puede pagar una renta de 16 mil pesos? ¿Cuánta gente hay así?”.
A los extranjeros siguieron las personas que rentaban en la capital, pero venían de otros estados. A muchos su empresa les redujo o retiró la ayuda para renta, a otros les bajaron el sueldo y en el peor de los casos perdieron su empleo, por lo que tuvieron que regresar a sus lugares de origen. Y la tercera oleada de desocupación fue de personas que lograron rentar una vivienda en una colonia en buenas condiciones, pero que la pandemia afectó su capacidad de pago y se tuvieron que mover a la periferia o barrios populares.
La desocupación no solo se nota en las calles con anuncios colocados en fachadas de edificios. La directora del Marketplace de Inmuebles de Mercado Libre, Amelie Mossberg, asegura que se observó un incremento en la oferta de vivienda en renta. En el segmento de casa el crecimiento de anuncios fue de 14 por ciento y en departamentos de 23 por ciento, entre enero y septiembre. En eso coincide la agente, quien añade que los propietarios han bajado sus costos.
“La gente está desesperada por rentar, se baja todavía más el precio. Yo les recomiendo que agarren inquilinos aunque sea a menor precio porque se pueden echar de aquí a junio o mayo del próximo año si bien les va con el departamento vacío”, advierte Barrios y además augura un 2021 de números rojos para el arriendo en la capital, por lo que urge al gobierno el diseño de una estrategia que contenga esta problemática.
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