La suspensión de los trabajos de la reconstrucción de los templos religiosos afectados por el sismo de 2017 ocurrió porque la compañía de seguros contratada no cumplió y dejó al Gobierno Federal sin valer tres mil 500 millones de pesos, denunció este miércoles Alejandra Fraustro Guerrero, secretaria de Cultura federal.
La funcionaria hizo la revelación durante la entrega del Santuario Diocesano de la Asunción de María en la alcaldía Milpa Alta, donde agregó que la administración federal aportó los recursos para seguir con las composturas de los inmuebles dedicados al culto y que en el último año terminaron las obras en 974 iglesias de ocho estados del país, de ellas 158 están en la Ciudad de México y 16 corresponden a esa demarcación. Frausto no dio el nombre de la aseguradora.
Agregó que la inversión para la capital del país alcanzó la cifra de los 555 millones de pesos, de ellos 90 millones de pesos correspondieron a la remodelación de templos religiosos milpaltenses y quedan pendiente por entregar uno en San Bartolomé Xicomulco y otro en San Francisco Tecoxpa.
La secretaria de Cultura describió los efectos del terremoto de ese año con las siguientes palabras: "hagan de cuenta que el sismo pasó exactamente por donde más patrimonio edificado había, es increíble, es doloroso. De haber existido mantenimiento en esos inmuebles, otro gallo nos hubiera cantado; entonces, esta lección es muy dura, es muy triste".
Un ejemplo de ello fue lo registrado en Milpa Alta, cuyos pobladores minutos después del terremoto de 2017 vieron asombrados como la torre de la iglesia de la Asunción de María, la principal del poblado, cayó y desde entonces las misas tuvieron lugar en una carpa improvisada del atrio del templo.
El párroco del santuario, presbítero Sergio García Llanos, dio a conocer que el inmueble está dedicado a la Asunción de María, quien por más de 400 años fue la madre de Malacachtépec Momoxco de todos los pueblos originarios de Milpa Alta. Ayer, Jabnely Maldonado, comisionada local para la Reconstrucción, informó que el Gobierno de la Ciudad de México asignó a la reparación de esa iglesia 12 millones de pesos, mientras que el arreglo de la barda atrial quedó a cargo del Gobierno federal. De paso afirmó que hay 99 por ciento de avance de los trabajos reconstructivos en general y que en el caso de Milpa Alta 189 casas recibieron atención.
A su vez, Martí Batres, jefe de Gobierno de la Ciudad de México, subrayó la importancia que tienen las parroquias para los pueblos, porque son un punto de referencia cultural, pero es también su identidad y en ellos la mayoría de los mexicanos ejercen los derechos religiosos, pero también son parte del patrimonio cultural.
Frente a esta situación aclaró que el gobierno no desatendió el problema con el pretexto de decir “bueno, es una cosa de la parroquia que allá los feligreses lo arreglen y ya”, por eso la administración federal emprendió el arreglo de más de tres mil templos, de los cuales la mayor parte están en la zona del sureste del país.
El jefe de Gobierno reconoció que Milpa Alta y Cuajimalpa tienen bajo índice delictivo, porque su comunidad es de origen indígena y es lo que les da seguridad y tranquilidad a muchos pobladores.
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“Si no te enfrentas con la policía, te enfrentas con la comunidad, que esto puede ser más fuerte. Por eso Milpa Alta tiene lo suyo”, planteó Batres.
Finalmente, mencionó que otro factor importante de esas comunidades es la religiosidad, el fervor creyente y la festividad en las parroquias.
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