Eran las 11:30 horas del viernes 31 de enero cuando aterrizó en el helipuerto de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México -ubicado en la calle de Tlaxcoaque- una unidad cóndor que traía consigo al escurridizo Óscar Andrés "N", El Lunares, presunto máximo líder de La Unión Tepito, junto con otros dos cómplices, quienes horas antes fueron capturados en el estado de Hidalgo en un operativo ampliamente planeado y ejecutado por la Secretaría de la Marina Armada de México, la Fiscalía General de Justicia y policías de élite hidalguenses y capitalinos.
Del tamaño de la peligrosidad de El Lunares, El Lunetas o El Lunar fue el despliegue policial una vez que pisó el suelo de la capital del país procedente de Tolcayuca, Hidalgo. Lo esperaba un impresionante auto blindado de la marca Mercedes Benz conocido como Rinoceronte. Y sí, con sólo verlo parece una gran bestia negra a punto de embestir cualquier cosa que se ponga en su camino.
Había elementos del grupo Zorros, un destacamento de élite de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México. Desactivan explosivos, manejan armas de alto poder, rescatan rehenes, aprehenden a terroristas y psicópatas, y lo principal de todo, controlan delincuentes de alta peligrosidad.
Cuando los tres presuntos delincuentes fueron ingresados al blindado, con ellos entró un integrante de la Marina con su inseparable rifle al lado.
Todo fue cronometrado. Ya estaban cerradas las avenidas y calles por donde pasaría el convoy de seguridad. Cerca de 50 elementos rodearon al Rinoceronte; en la parte trasera iban de pie los zorros instalados en dos camionetas descapotadas, al frente y a los lados motociclistas, en cuyas unidades se observaron hasta dos integrantes: uno de frente y uno atrás, de espalda al conductor portando un rifle.
El pasado martes 28 las autoridades de la Ciudad de México debieron dar la cara e informar que se les habían escapado del
Reclusorio Sur tres reos integrantes del Cártel de Sinaloa, cuya extradición había sido solicitada por Estados Unidos. Tuvieron que reconocer que escaparon con la ayuda de funcionarios en una ambulancia del mismo penal y pidieron al Poder Judicial de la Federación mantener a este tipo de reos en cárceles de máxima seguridad.
Ayer por la mañana todo parecía indicar que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se recuperaba de ese golpe. En el operativo policial sólo destacaban elementos tanto de la Fiscalía General de Justicia como de la SSC.
Pasaron por 20 de Noviembre, Eje Central Lázaro Cárdenas, Avenida Hidalgo y Reforma Norte, donde fue entregado junto a con sus cómplices a las autoridades de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO). En 72 horas un juez federal deberá decidir si los detenidos son vinculados a proceso.
En otra acción, la policía detuvo ayer a cinco presuntos integrantes de La Unión Tepito dedicados a la extorsión