El año se enfila a la recta final y la Secretaría de Movilidad, que inició el proceso de regulación de bicicletas sin anclaje y monopatines desde febrero, no ha logrado asignar todo el número de unidades que autorizó para operar.
Desde mediados de julio, dos mil bicicletas sin anclaje han quedado en el limbo. Primero porque Mobike no pagó su contraprestación para operar dos mil 400 unidades, luego porque Motum hizo lo mismo para dos mil unidades.
De acuerdo con la Secretaría de Movilidad, actualmente hay un recurso de inconformidad cuya resolución está pendiente para poder proceder con la asignación de bicicletas. Este diario pudo confirmar con la empresa Movo que se trata de un atorón jurídico concerniente al nombre legal de la empresa.
Debido a que la Semovi los invitó a participar en la subasta de bicicleta, Movo decidió hacerlo con una razón social filial -Movo Bicicletas Sin Anclaje-, de manera que fuera únicamente para el tema de bicis, lo cual está en revisión por parte de la dependencia.
Sin embargo, en caso de que esto se resuelva en los próximos días, no se trataría de la asignación de las dos mil bicicletas vacantes, ya que Movo confirmó a este diario que contendió por un número menor.
Al respecto, la dependencia declinó a entregar más información al respecto del proceso administrativo debido a que “la divulgación de los documentos que han sido requeridos, podría afectar la esfera jurídica de las partes y del propio procedimiento”.
Al no tener una sentencia firme, añadió, el Comité de Transparencia de la Semovi resolvió clasificar dicha información como reservada durante su Décimo Tercera Sesión Extraordinaria, asentada en el acuerdo 01/CTSM/XIII-EXT/311019.
Movo anunció en 11 de septiembre pasado que haría una inversión de 40 millones de pesos en la Ciudad de México para incursionar en el mercado de bicicletas sin anclaje con unidades de pedaleo asistido.
Sin embargo, esta inversión está en riesgo ya que al no tener resolución sobre si podrán operar o no, la empresa podría mover sus vehículos a Sudamérica, donde también están entrando en el mercado de la micromovilidad.
“Hay un tema técnico en curso, jurídicamente hablando estamos a la espera de que se pueda resolver y poder operar. Anunciamos la inversión y sería una pena que nos quedáramos en México sin esa posibilidad, las bicicletas ya están listas, ya hay algunas en México, pero no sabemos aún qué es lo que va a pasar”, dijo Miguel Abad, director de Movo.
Dinero sin usar
Como parte de la regulación de lo que la Semovi denominó Sistemas de Transporte Individual Sustentable (Sitis), se estableció que las empresas debían pagar una contraprestación para poder obtener un permiso de operación.
En ese sentido, el gobierno de la Ciudad de México recaudó 37 millones 880 mil pesos de parte de cuatro empresas que actualmente cuentan con permiso: dos para operar bicicletas sin anclaje y dos para el mercado de monopatines eléctricos.
A la fecha ese recurso no ha sido asignado a la Secretaría de Movilidad la cual, gestionará proyectos en beneficio de los Sitis, como son estaciones de arribo, señalamiento o mantenimiento de la infraestructura ciclista.
En el caso de bicicletas sin anclaje, la empresa Bicieléctricas S.A.P.I de CM (Dezba) aportó un millón 460 mil pesos; Jump Bicycle México A. de R.L. de CM (Jump) aportó dos millones 470 mil pesos.
En el caso de monopatines eléctricos la empresa Bird Rides México S. de R.L. de C.V. (Bird) pagó nueve millones 450 mil pesos y Grin Scooters S.A.P.I de C.V. pagó 24 millones 500 mil pesos.
“Hago de su conocimiento que a la fecha no se ejercieron (los recursos). No obstante, se precisa que esta Secretaría se encuentra en la etapa de definición del mecanismo financiero con el que se resguardarán y administrarán los recursos derivados de las contraprestaciones”, informó la Semovi a una solicitud de información.