La cantidad de comida desperdiciada en México asciende a la 20.4 millones de toneladas al año, cifra que durante esta pandemia pudo haberse incrementado, advirtió el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
“Es necesario brindar asistencia técnica a los productores en las localidades aisladas sobre el uso de tecnologías tradicionales apropiadas para no agotar los recursos naturales limitados y aumentar su eficacia”, dice el Coneval en su documento Consideraciones para el Proceso Presupuestario 2021.
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El informe explica que desperdiciar esta cantidad de comida no sólo impacta en la alimentación de los mexicanos, sino también en el medio ambiente debido a que equivale a las emisiones anuales de casi 15 millones de automóviles.
“(Se debe de) establecer medidas relacionadas con el desperdicio de alimentos, ya que la sobreproducción de los alimentos que terminan siendo desperdiciados supone la generación de emisiones de dióxido de carbono (CO2) innecesarias y que pueden ser equivalentes a las emisiones anuales de casi 15 millones de automóviles”.
Según estimaciones del Banco Mundial en México se desperdician 20.4 millones de toneladas de alimentos cada año, es decir, 158 kilos por persona.
Según el Covenal, la cantidad de alimentos desperdiciados en lo que va de la pandemia podría haberse incrementado luego de que las cadenas de suministro y abastecimiento se vieron afectadas en la parte de distribución por la etapa de con- finamiento y en la reactivación económica, de manera que analizará en qué proporción se afectó el derecho a la alimentación durante la contingencia.
Otro problema del desperdicio de alimentos es que la población más pobre no puede acceder a la comida. Por eso, a fin de garantizar un “piso mínimo” Coneval propone que se implementen programas semejantes a los que se crearon en las administraciones de los expresidentes Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, es decir, Tarjeta Sin Hambre, Escuelas de Tiempo Completo y el Programa de Apoyo a la Educación Indígena o los de abasto rural y social de leche.
Hasta ahora en la propuesta que hizo el Ejecutivo al Congreso de la Unión para la discusión del presupuesto para 2021 se advierte la cancelación del programa Escuela de Tiempo Completo, mientras que otros como el de la Cruzada Nacional contra el Hambre fueron cancelados desde 2018.
Se pide a la administración del presidente López Obrador “reducir la vulnerabilidad de la población a eventos catastróficos como sequías y lluvias torrenciales, producto del cambio climático”.
Entre las sugerencias el consejo también pide garantizar la operación del Programa Abasto Rural (Diconsa) que distribuye 23 productos contenidos en la canasta básica en localidades de alta o muy alta marginación y el Programa de Abasto Social de Leche (Liconsa), esto con las medidas sanitarias adecuadas.
De igual manera, fortalecer el Programa de Precios de Garantía que compra maíz y frijol a productores locales y pequeños, vendidos en las tiendas Diconsa, lo cual ayudaría a que los productores mantengan su ingreso y aseguraría que las tiendas Diconsa cuenten con el abasto suficiente de estos productos para venderlos a precios accesibles.