Pese a que la ciudad tiene innumerables plazas comerciales, el Centro Histórico es el lugar preferido por propios y extraños para adquirir cualquier tipo de productos. Comerciantes ambulantes han aprovechado esta situación y se colocan en calles importantes, como es el caso de Moneda y Corregidora.
Los ambulantes, de los llamados “toreros”, ya tienen listo su programa: utilizan mantas donde colocan sus productos, mismos que no deben ser ostentosos o pesados. Al menor chiflido, con una tonada ya conocida, levantan las cuatro esquinas de la manta y echan a correr antes de que lleguen grupos de granaderos a desalojarlos.
Acuerdos van y acuerdos vienen. Con el propósito de evitar enfrentamientos entre policías y ambulantes, las autoridades han realizado negociaciones con representantes de los vendedores para que sean ubicados en lugares comerciales, instalados específicamente para ellos. Por momentos la zona se encuentra limpia del comercio informal y por momentos es un verdadero mercado sobre ruedas.
Sin embargo, para esta temporada invernal la Secretaría de Gobierno de la ciudad anunció la instalación de romerías en diferentes puntos del Centros Histórico, ya que “a lo largo de este mes hasta el 6 de enero se incrementan las actividades turísticas, culturales y comerciales” en la zona.
La dependencia indicó que a través del diálogo con organizaciones de vendedores en vía pública se logró este acuerdo para que sean instalados puestos semifijos.
Y si a usted le gusta caminar por la zona, a lo largo de estas calles encontrará de todo: la mujer que viene de Oaxaca y vestida a la usanza de su pueblo prepara tlayudas, una especie de tortillas gigantes hechas tostadas de color azul. A sólo tres pasos muchos puestos con los productos típicos de inverno: suéteres, chamarras, gorras, bufandas, chalecos; no falta el que ofrece cosméticos, perfumes, aretes.
El escenario de los productos cambiará conforme llegue el fin de año. Antes del 6 de enero, ya se podrán adquirir los juguetes de moda, casi todos piratas, casi todo hecho en China, casi todo inservible al siguiente uso.