En el predio ubicado en la calle de Chimalpopoca esquina con Simón Bolívar, colonia Obrera, mujeres brigadistas, amas de casa y gente que pasaba por el lugar, se unieron para hacer un memorial por las 21 víctimas encontradas entre los escombros, dos dos de ellas con vida.

Mientras que unos movían los escombros y barrían los muros para hacer pintas y pedir justicia por los fallecidos en ese lugar, otros colocaron ropa y una cruz en memoria de los fallecidos.

Mujeres que encabezaban a un grupo de jóvenes y niños de la Parroquia San Pablo Apóstol, se runieron a orar por las víctimas y para que los jóvenes reflexionen sobre que los simulacros no son un juego, sino que un aprendizaje para salvar la vida.

“No tenemos familiares que hayan sufrido por esta catástrofe, venimos de la parroquia de San Pablo Apóstol, los jóvenes son parte de un grupo de la orden Trinitaria, aquí en San Pablo. Queremos orar por todas las personas que perdieron la vida o que sufrieron algún daño”, comentó Marisol Cortés, quien guiaba el rezo del Rosario.

Dijo que aunque ella no vivió la experiencia del sismo del 19 de septiembre de 1985, considera que las nuevas generaciones, aunque han visto videos de lo que fue esa tragedia hace 32 años, no toman en serio los simulacros, y muchos en las escuelas lo consideran un juego.

“Yo trabajo en una escuela secundaria y cuando hacemos simulacros los niños bajan jugando o platicando y no ponen atención a las indicaciones que se les dan para salvar sus vidas. Es importante que todos estemos conscientes y que tengamos una cultura verdadera sobre esos protocolos”, señaló.