La estatua de Cristóbal Colón ya no regresará a Paseo de la Reforma y su nueva morada será el Parque América, ubicado en Polanco, así lo decidieron por unanimidad los integrantes del Comité de Monumentos y Obras Artísticas en Espacios Públicos de la Ciudad de México (Comaep) durante la IX sesión extraordinaria.
El 10 de octubre del año pasado fue retirada la estatua, pues el Gobierno de la Ciudad de México argumentó que era para restaurarla, pero días antes se había convocado por redes sociales acudir el 12 de octubre para derribarla, como se había hecho en distintas partes del mundo.
Sin embargo, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, anunció que ya no regresaría a ese punto y su lugar sería ocupado por una estatua que resaltara a la mujer indígena para celebrar los 500 años de la resistencia indígena contra los españoles.
Después de considerar y evaluar más de 20 lugares para la reubicación de la estatua de Colón, se propuso el Parque América por ser un espacio que dignifica el valor artístico de la obra, en la tercera sección de Polanco.
Se revisó que no hubiera afectaciones al medio ambiente, como la remoción de árboles; en términos de obra, que el peso no dañara al espacio a la redonda y que no hubiera afectaciones a las trazas urbanas, además de que la alcaldía Miguel Hidalgo cuenta con los registros más bajos de vandalización, por lo que se consideró el lugar más idóneo para su conservación y preservación.
Se trata de una escultura realizada en 1877, catalogada como monumento histórico en 1956 por decreto presidencial durante el mandato de Adolfo Ruiz Cortines y que desde su colocación tuvo una serie de especulaciones del por qué había sido colocada en el lugar, pues tenía dos ejes fundamentales, uno referente a la visión europeizada en México y la otra, su ubicación en Paseo de la Reforma, que en aquel momento era una colonia habitacional de bajo impacto y no era el lugar ideal para colocarla.
En 1989, empezaron una serie de cuestionamientos por rendirle tributo en dos países a la figura de Cristóbal Colón. En 1990, en la Ciudad de México se llevó a cabo una marcha con contingentes de diferentes pueblos originarios y ahí dio inicio la primera quema de ofrendas florales colocadas en el monumento. En 1991, se presentaron más protestas por el Día de la Raza, pero fue hasta 1993 que derivado de la vandalización se solicitó proteger la escultura con tapiales.
En 2020, se creó el movimiento “Lo vamos a derribar” formado por colectivos para destruirla, por lo que se retiró la escultura para comenzar los trabajos de conservación y posteriormente protegerla de más actos vandálicos.
Este movimiento no es exclusivo de México, se trata de un grupo que en otros países como Chile y Bolivia destruyeron la escultura de Colón.
Este monumento tiene un valor artístico y es patrimonio cultural de la Ciudad de México, por lo que debe ser protegido y resguardado.