Garibaldi, la zona turística que cualquier extranjero quiere visitar por lo que significa el mariachi y su alegría, también nos remonta a la zona donde albergan grupos de indigentes, niños y jóvenes en situación de calle, todos ellos “organizados” lo mejor que pueden para sobrevivir.
Ahí nos encontramos a Canela, quien nos pidió el anonimato para que ninguno de sus 45 compañeros que viven en la misma “casa”, ubicada en la zona de Reforma Norte, le hagan algo por narrar a El Sol de México las condiciones en las que viven.
Durante la entrevista, a un metro de distancia, se encontraba uno de sus compañeros de residencia, cuyos ojos saltones, en éxtasis, nos mostraban su elevado estado de drogadicción, él quiso acercarse pero Canela lo alejó de nosotras.
A sus 36 años, esta mujer, madre de dos hijas, lleva 14 años viviendo como puede, es una de las mil 273 personas catalogadas en situación de calle, según cifra del Diagnóstico y Censo realizado del 15 de junio al 15 de noviembre de 2016 por la UNAM. Esta información contrasta con los números de la delegación Cuauhtémoc que tiene contabilizadas mil 398 personas que permoctan en las calles.
En ese espacio ubicado frente a la estación Garibaldi del Metrobús hay casas hechas de cartón, cobijas, hules, colchones y un sillón -ambos rotos-, todos aunque no son familia de sangre, lo son por la convivencia, y el apoyo que se brindan, dijo Canela mientras comía una dona de chocolate que le habían regalado.
A un costado de ellos estaban los policías de tránsito, ayudaban a que el tráfico automovilístico se apurara para darle paso a la ciudad que nunca se detiene, a la megaurbe cosmopolita que ofrece como atractivo los metrobuses de dos pisos.
“No nos quitan porque tenemos apoyo de la delegación, y ahí nos dicen que los policías no se meten con nosotros y nosotros con ellos”, respondió cuando se le cuestionó si los elementos de seguridad no los desalojaban de esa zona.
Cuando nos platicaba que también ya vivió en coladeras y la manera en la que montó su actual “casa”, su cara sonriente se tornó en molestia cuando llegó Melania y le dijo: “No te queremos aquí”, ¿y yo qué?, cuestionó de inmediato la joven, que con una pronunciada desnutrición vestía falda de mezclilla que poco dejaba a la imaginación.
Melania siguió: “Vinieron a buscarte en la noche porque dijeron que te iban a venir a pegar bien feo por andar robando”.
“Luego hacen cosas, roban y vienen a buscarlas”, indicó sobre otras mujeres que viven ahí y señaló “a nosotros no nos conviene tenerlas aquí porque luego vienen otras bandas que son pesadas, que tienen dinero y pistolas y nos atacan”.
Canela se dedica a limpiar parabrisas, cuando mucho gana 250 pesos al día, pero sobrevive con lo que la gente les da, tanto comida como ropa.
¿Te da miedo como mamá vivir al lado de personas que se drogan? “No porque aquí los chavos se drogan pero respetan, yo los conozco a todos desde chiquitos y quieren a mis hijas como hermanitas, eso sí, no se las presto para que se las lleven a la tienda”, comentó con una sonrisa.
¿Te gustaría vivir en otro lugar? “Ya he estado en varias casas hogar, y sí me gustaría tener otra vida, pero hay mucha gente que se aprovecha y quieren educar a tus hijos”, manifestó.
SÍ LOS AYUDAN
La delegación Cuauhtémoc es la que tiene mayor número de personas en situación de calle, Martín Pérez Montañez, es el enlace de Atención y señaló que ya se logró recuperar a 526 personas (del 1 de noviembre de 2017 al 28 de febrero de 2018).
“No es fácil, es platicar, darles oportunidades de trabajo, que vendan dulces, cuida coches, diferentes empresas ayudan a los chicos para manejar la limpieza, y empiezan a rentar así como a recuperar su vida”, manifestó.
Informó que tiene contabilizadas mil 328 personas que pernoctan en la calle.