Mientras que la mayoría de los capitalinos tomó ayer su descansó el primer día del año para “curársela”, reponerse de la fiesta o seguirla; un ejército de personas prefirió iniciar 2018 en sus trabajos por voluntad propia.
Y es que, como decía una mesera, quien inicia el día primero del año con trabajo a lo largo de los 12 meses no le va a faltar el ingreso.
Así, microbuseros, afanadores, comerciantes, empleados y meseros aseguraron que esa creencia si es efectiva y dieron a conocer que en años anteriores no les ha faltado clientela y trabajo.
En la estación Ermita de la Línea 12 del Metro, Manuel Pacheco, empleado de una empresa privada de limpieza, dijo que es bueno empezar el año trabajando y descartó quedarse en su casa a descansar, porque hubiera perdido su bono de puntualidad y el pago extra por presentarse en un día festivo.
Mientras terminaba de asear una los pasillos de correspondencia en esa estación, lamentó que algunos pasajeros tiren basura e incluso llegan a orinarse en dichas instalaciones.
En la calle de López, colonia Centro, Pedro Mata, dueño de la cerrajería A. L. I., dijo que tiene 22 años de abrir las cortinas de su negocio el primer día del año a las nueve de la mañana hasta las tres de la tarde y ayer, por lo menos, ya le habían caído dos clientes.
“Uno de ellos trajo un mueble para que se lo abriera y le hiciera las llaves; mientras otro trajo la llave de su coche para que le hiciera un duplicado, y vinieron acá porque sabían que yo iba a tener abierto mí local, y todavía no son las tres de la tarde”, dio a conocer el cerrajero, quien no estaba cruzado de brazos y limpiaba su local a la espera de otro cliente.
Rechazó sufrir la cruda que deja la fiesta del año viejo, “me acosté como a las dos de la mañana, porque sabía que hoy (ayer) tenía que abrir la cerrajería”.
Por el mismo rumbo, la cajera y empleada de los Baños “San Juan”, Patricia Méndez y Martha Pineda, respectivamente, coincidieron en afirmar que es bueno empezar el año con trabajo y confiaron que este 2018 conservarán sus puestos. Agregaron que no tenía caso quedarse en sus casas y aburrirse.
En el mercado de Arcos de Belem, la propietaria de los Postres Mary no se daba abasto en atender a su clientela, que ya le pedía una gelatina, flanes y pays, mientras ella agradecía empezar 2018 con buenas ventas, porque, seguramente, “así será todo el año”.
Finalmente, a todos sus compradores los despedía con buenos deseos y bendiciones para este año que comienza.