El 73 por ciento de los pasajeros en la Ciudad de México prefieren emplear el servicio de transporte privado por aplicaciones con respecto a los taxis, pues se sienten más seguros, según una encuesta levantada por el Grupo de Economistas Asociados (GEA) e Investigaciones Sociales Aplicadas (ISA).
Los resultados del Estudio sobre Percepción de Seguridad en Movilidad para la Ciudad de México fueron dados a conocer ayer durante una conferencia de prensa, en la que se informó que fueron interrogadas mil 763 personas, en junio de este año, mayores 18 años y usuarios de ambos servicios.
Alejandro Hope y Ricardo de la Peña, socio consultor de GEA y director general de ISA, respectivamente, pronosticaron que los avances tecnológicos servirán para cambiar el modelo tradicional de transporte de ruleteros y seguramente no se quedarán en el pasado.
Explicaron que, de acuerdo con el estudio, abordar un taxi tradicional es una actividad que se hace primordialmente en la calle, lo que implica el riesgo de subir a un ruletero irregular o pirata .
A los usuarios también se les preguntó sobre la calidad de esas dos opciones de transporte y el 78 por ciento de los encuestados afirmó que usar vehículos de transporte por medio de aplicaciones es mejor y solamente un 6 por ciento contestó que prefiere a los taxis tradicionales.
En cuanto a las tarifas, el 86 por ciento de los interrogados calificaron de justo el precio que cobran los servicios de transporte por aplicaciones, mientras solamente el 57 por ciento de los pasajeros de taxis tradicionales opinan que son correctas.
Agregaron que la percepción de una tarifa justa está relacionada directamente con la idea de que al usar una aplicación se viaja por la ruta más corta y económica contra rutas más largas y costosas en taxi.
Descartaron que esto signifique el servicio de taxis tradicionales vaya camino a la extinción, porque a lo largo de la historia se desarrollaron, no han sido estáticos y se adaptaron a los avances tecnológicos. “Mientras haya un público demandante habrá mercado para los taxistas, quienes seguramente tendrán que adaptarse”.