/ martes 21 de julio de 2020

Capitalinos se quejan por calles cerradas del Centro Histórico

Se instalaron distintos filtros de ingresos y salidas entre las calles Madero, 5 de Mayo, todo el cuadro que rodea la calle Corregidora

Entre confusiones y enojo por parte de clientes del Centro Histórico fueron recibidos ayer los nuevos horarios y formas de venta para evitar la propagación del Covid-19. Hubo quienes se quejaron de las calles que tienen que rodear para hacer sus compras.

Se instalaron distintos filtros de ingresos y salidas entre las calles Madero, 5 de Mayo, todo el cuadro que rodea la calle Corregidora, Venustiano Carranza.

Los asistentes manifestaron su enojo, pues ya no pueden ingresar de la misma manera que lo hacían antes de la emergencia sanitaria, de acuerdo con un recorrido realizado por este diario.

“No se enoje, mejor dele la vuelta”, dijo un policía a un adulto mayor que intentaba ingresar a Corregidora por Correo Mayor, pues aquí el paso hacia Alhóndiga está prohibido y deben hacerlo por las calles de Soledad, Academia y Jesús María.

Faltaban 15 minutos para las 11:00 horas y estaban abiertos negocios de ropa, así como tiendas de moños en la calle de Soledad: “Pásele, a 120 los pantalones”, se escuchaba el grito de un hombre sin cubrebocas.

También el gremio de los diableros, ve mermado sus ingresos con la peatonalización de las calles, e incluso los cargadores de empresas tienen dificultad para ingresar, pues hasta 20 minutos pueden durar trasladando 180 kilos a una sola persona.

Armando, de una empresa privada, llegó a entregar un encargo de nueve tergales- rollos de telas para cortinas-, cada uno pesa 20 kilos. “Es más trabajoso para nosotros, andamos repartiendo hasta acá, antes sólo los bajábamos aquí, sólo se estacionaba el carro”, platicó. Se supone que la carga y descarga se debe hacer en la noche, de acuerdo con las nuevas disposiciones.

Para entrar a Corregidora entre Palacio Nacional y la Suprema Corte de Justicia de la Nación no se puede pasar, se rodea hasta Venustiano Carranza, aquí los negocios abren a las 11:00 y cierran a las 17:00 horas.

En este espacio no se tomó la temperatura, ni hubo entrega de cubrebocas, sólo había policías resguardando la zona.

Cabe mencionar, que el mismo gobierno aseguró que estaría en distintos puntos del Centro para realizar dichas acciones.

Aquí estaba María Elena Vázquez, que se dedica a la venta al menudeo de artículos de papelería, sobre Venustiano Carranza. Se le preguntó qué opinaba sobre esta nueva apertura, respondió que lo ven factible y se acostumbrarán a todo.


Te recomendamos el podcast ⬇️

Spotify

Apple Podcasts

Google Podcasts

Acast

Entre confusiones y enojo por parte de clientes del Centro Histórico fueron recibidos ayer los nuevos horarios y formas de venta para evitar la propagación del Covid-19. Hubo quienes se quejaron de las calles que tienen que rodear para hacer sus compras.

Se instalaron distintos filtros de ingresos y salidas entre las calles Madero, 5 de Mayo, todo el cuadro que rodea la calle Corregidora, Venustiano Carranza.

Los asistentes manifestaron su enojo, pues ya no pueden ingresar de la misma manera que lo hacían antes de la emergencia sanitaria, de acuerdo con un recorrido realizado por este diario.

“No se enoje, mejor dele la vuelta”, dijo un policía a un adulto mayor que intentaba ingresar a Corregidora por Correo Mayor, pues aquí el paso hacia Alhóndiga está prohibido y deben hacerlo por las calles de Soledad, Academia y Jesús María.

Faltaban 15 minutos para las 11:00 horas y estaban abiertos negocios de ropa, así como tiendas de moños en la calle de Soledad: “Pásele, a 120 los pantalones”, se escuchaba el grito de un hombre sin cubrebocas.

También el gremio de los diableros, ve mermado sus ingresos con la peatonalización de las calles, e incluso los cargadores de empresas tienen dificultad para ingresar, pues hasta 20 minutos pueden durar trasladando 180 kilos a una sola persona.

Armando, de una empresa privada, llegó a entregar un encargo de nueve tergales- rollos de telas para cortinas-, cada uno pesa 20 kilos. “Es más trabajoso para nosotros, andamos repartiendo hasta acá, antes sólo los bajábamos aquí, sólo se estacionaba el carro”, platicó. Se supone que la carga y descarga se debe hacer en la noche, de acuerdo con las nuevas disposiciones.

Para entrar a Corregidora entre Palacio Nacional y la Suprema Corte de Justicia de la Nación no se puede pasar, se rodea hasta Venustiano Carranza, aquí los negocios abren a las 11:00 y cierran a las 17:00 horas.

En este espacio no se tomó la temperatura, ni hubo entrega de cubrebocas, sólo había policías resguardando la zona.

Cabe mencionar, que el mismo gobierno aseguró que estaría en distintos puntos del Centro para realizar dichas acciones.

Aquí estaba María Elena Vázquez, que se dedica a la venta al menudeo de artículos de papelería, sobre Venustiano Carranza. Se le preguntó qué opinaba sobre esta nueva apertura, respondió que lo ven factible y se acostumbrarán a todo.


Te recomendamos el podcast ⬇️

Spotify

Apple Podcasts

Google Podcasts

Acast