Para conservar la integridad de vialidades, monumentos, edificios y espacios públicos de la Ciudad de México durante eventos masivos, marchas, protestas y plantones, el gobierno local gastó más de 40 millones de pesos en barricadas antimotines.
En 2020, la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México (Sobse) tuvo una adición a su presupuesto por 40 millones 697 mil pesos para la adquisición de 3 mil 190 barricadas, monto que además de ser mayor al que destinó a otros programas prioritarios como los que atienden la violencia de género, difieren de los dados a conocer en los informes financieros del Gobierno local.
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Ese año, cuando se enfrentaron las primeras dos olas de contagios por el virus Covid-19 en la Ciudad de México, el gobierno impuso restricciones en cuanto a aglomeraciones, por considerarse fuentes de contagio.
De acuerdo con el Informe de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública de la Ciudad de México correspondiente al ejercicio de 2020, el incremento al presupuesto original se justificó para la adquisición de estas barricadas antimotines “con la finalidad de ejecutar acciones que permitieran la conservación e integridad de vialidades, monumentos, edificios y espacios públicos de la Ciudad de México, durante eventos masivos, marchas, protestas y plantones”.
La adición líquida es una clave presupuestaria no considerada en el presupuesto originalmente aprobado. El incremento de recursos para comprar estas barricadas requirió cuatro modificaciones al capítulo 5000 “Bienes Muebles, Inmuebles e Intangibles” de la Sobse.
El Sol de México solicitó a la Sobse información sobre los materiales y el uso que se les dio a las barricadas, sin obtenerla hasta el cierre de esta edición.
PRESUPUESTO
En 2020, entre las marchas que requirieron la protección de monumentos y edificios y de las que el gobierno local y cámaras empresariales reportaron daños, fueron las organizadas por grupos feministas para urgir a las autoridades atención a la violencia contra la mujer.
Ese año, en marzo, la jefa de Gobierno aseguró que mejorarían la protección a monumentos. "Vamos a buscar una mejor protección de los monumentos. Yo creo que cumplieron su papel y pues vamos a hacerlo de mejor manera si consideramos que hay riesgo de daño la próxima vez", dijo tres días después del #8M.
El presupuesto para barricadas antimotines difiere entre lo reportado por la Sobse ante la Auditoría Superior de la Ciudad de México (ASCM) y el de sus informes de finanzas en 2020. Mientras que en la Auditoría local señala 40 millones 697 mil pesos, en los informes financieros apunta 33 millones 500 mil pesos.
En comparación con otros proyectos de 2020, lo gastado en barricadas duplica lo invertido para el fortalecimiento de las unidades de atención y prevención de la violencia contra la mujer “Lunas”. En ese año el programa obtuvo 20 millones de pesos para la ampliación de su horario de servicio, la contratación de más personal especializado y la remodelación de algunas de las sedes.
El aumento de recursos también es mayor de lo que la administración local destinó a programas de orden prioritario en 2021. Por ejemplo, el programa “Bienestar para las Mujeres en Situación de Violencia”, de la Secretaría de las Mujeres local, obtuvo un monto de 27 millones 500 mil pesos, a pesar de que las autoridades capitalinas aceptaron que durante la pandemia aumentaron los casos de este tipo de violencia.
Otro programa de 2021 que tuvo menos presupuesto que el invertido en las barricadas antimotines fue el de sustitución de taxis 2021, al que se le destinaron 18 millones 225 mil pesos.
Cabe señalar que la Sobse tuvo seis recomendaciones por parte de la Auditoría Superior de la Ciudad de México por deficiencias en cuestión administrativa que no representaron subejercicios presupuestales o alguna problemática similar.