La reactivación de actividades contempladas en el semáforo naranja, como la apertura de centros comerciales y restaurantes, dependerá de que para el próximo viernes la Ciudad de México mantenga su tendencia a la baja en el porcentaje de ocupación hospitalaria, de lo contrario esta transición gradual de fase se retrasará.
Así lo comentó la jefa de gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum, este sábado: "el plan es que para la semana del 22, podemos entrar al semáforo naranja de una manera gradual, pero si para el viernes de la próxima semana no estamos en la tendencia que estamos esperando, podría moverse una semana más".
Esto luego de las reacciones y críticas que se hicieron en redes sociales en el sentido de que la Ciudad de México se estaba adelantando en el cambio de fase y en la reapertura económica pese a que desde la Secretaría de Salud del gobierno federal se ha advertido que la próxima semana será una de las de mayor contagio de Covid-19.
"Estamos en un proceso de transición con este programa, el viernes vamos a evaluar. Si las cosas van bien, nos seguimos para adelante y si no, podemos posponer una semana más con el apoyo de la ciudadanía", explicó la mandataria capitalina, quien defendió su plan gradual de transición a la fase naranja y rechazó que se trate de una "ocurrencia".
Subrayó que para que el porcentaje de ocupación hospitalaria se mantenga a la baja y se pueda pasar a fase naranja, se requiere de la corresponsabilidad de la ciudadanía y las empresas, para que se sigan respetando las medidas sanitarias de sana distancia, uso de cubrebocas, lavado constante de manos y sobre todo quedándose en casa las personas que no requieran salir a la calle para actividades esenciales.
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