La Ciudad de México se enfila a su sexta semana en semáforo naranja, pero ante la presión económica ha adelantado la reapertura de algunas actividades consideradas en amarillo. A la operación de tiendas departamentales, peluquerías y estéticas, se suman los museos, todas éstas actividades contempladas hasta la fase amarilla, según el Plan Gradual hacia la Nueva Normalidad. Además se permitirá que bares, cantinas y antros operen como restaurantes.
Si bien la capital no registra altos niveles de ocupación hospitalaria –tiene 52 por ciento de disponibilidad en camas generales y 61.4 en las de intubación- no ha logrado consolidar las dos tendencias a la baja para poder pasar al amarillo. Pese a esto, desde el lunes se reactivarán las albercas cerradas y abiertas, el martes los museos y el miércoles las salas de cine, en todos los casos con medidas sanitarias obligatorias y restricciones de aforos.
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El aforo en las albercas estará limitado a una persona por cada seis metros cuadrados; estará prohibido el préstamo de equipo como tablas, gorras, pinzas para la nariz, goggles, flotadores y toallas. Las instalaciones deberán tener señalización de flujo al interior y exterior de las albercas y se deberá implementar el uso de carriles de manera alternada. Además las zonas de gimnasios deberán permanecer cerradas.
Los museos públicos y privados -de los que se estima hay 180 en la ciudad en los que laboran seis mil 204 personas- tendrán un aforo del 30 por ciento como máximo y el uso de cubrebocas al interior del recinto será obligatorio. Estará prohibida la entrega de programas de mano y se deberá circular en un sólo sentido, así como establecer salidas y entradas únicas. La ventilación estará permitida con un mínimo de 30 por ciento de aire al exterior.
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En el caso de los cines –que se estima hay 102 complejos en los que trabajan cuatro mil 371 personas- el aforo será del 30 por ciento, se permitirá la venta de alimentos y botanas, aunque se recomienda el uso de cubrebocas durante toda la función. Las salas deberán tener asientos cancelados de manera que se garantice la distancia mínima de 1.5 metros y la ventilación será de un mínimo de 40 por ciento de aire al exterior.
Además, como anunció la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, a partir del lunes los negocios de impacto zonal que tengan el giro de antros, bares, cantinas, salones y jardines de fiestas podrán reabrir, pero bajo la condición de que deberán operar con las obligaciones y restricciones que tienen todos los restaurantes, y deberán privilegiar la venta de alimentos, aunque tendrán permitido vender bebidas alcohólicas.
De acuerdo con el documento del Plan Gradual Hacia la Nueva Normalidad, se estima que en la Ciudad de México hay mil 32 centros nocturnos, bares, cantinas y similares en los que trabajan nueve mil 287 personas. Para que puedan operar, los establecimientos con estos giros deberán registrarse en covid19.cdmx.gob.mx/medidassanitarias para obtener su permiso de forma gratuita.
Como en los restaurantes, deberán aplicar filtros sanitarios con tapetes sanitizantes, dispensadores de gel antibacterial, toma de temperatura para impedir el acceso a personas que registren más de 37.5 grados, la música deberá sonar a un máximo de 62 decibeles, el personal deberá portar careta y cubrebocas obligatorio, los manteles y servilletas deberán cambiarse después de cada servicio y estará prohibido fumar en cualquier área.
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Respecto a esta reapertura de bares, cantinas y antros, el titular de la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), José Peña Merino, aclaró: el objetivo de esto, por supuesto, es reactivar la economía del sector, evitar la pérdida de empleos. Sin la autorización no pueden hacer la transición. Es una medida temporal hasta que estemos en semáforo verde".
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