Cierre de la Basílica no detiene a los fieles

El domingo previo a la gran fiesta recibió a quienes tenían una deuda con la Virgen de Guadalupe

Cecilia Nava | El Sol de México

  · lunes 7 de diciembre de 2020

La familia González Reyes no podía faltar para agradecer que la Virgen les permitió ser padres / Foto: Laura Lovera

"Cristo ha vencido a la muerte”, se escucha el sermón del sacerdote que oficia la misa católica en la Basílica de Guadalupe mientras Martha entra de rodillas, como parte de su manda, para que Dios le brinde fe a su esposo que hace un mes perdió una pierna.

Ella, como otras 42 mil 744 personas escucharon la última misa de domingo previo al cierre del templo desde la explanada y no dentro de las instalaciones pues por la emergencia sanitaria de la Covid-19 sólo se permite recibir 30 por ciento de la capacidad del recinto. El resto escucha la ceremonia a través de las bocinas.

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Martha y su hija ingresan por Calzada de Guadalupe. Antes de llegar a la reja de la Basílica, formaron una larga fila para pasar el primer filtro sanitario, tomaron gel antibacterial y en el segundo filtro pasaron frente a una cámara que les midió la temperatura.

Son habitantes de Santiago Tulyehualco, en Xochimilco. La joven de nombre María, habló por su familia entre lágrimas y por un costado de su mamá que entró de rodillas para que Dios le diera fe al pilar de la familia, pues hasta el momento su padre siente que su vida no vale nada después de perder uno de sus pies en una accidente automovilístico.

Están rodeadas de alrededor de 400 personas que escuchan la ceremonia religiosa. Todos con cubrebocas por orden sanitaria para prevenir los contagios de Covid-19, hasta ayer reportaban 57 por ciento de ocupación hospitalaria, lo que significa que 3 mil 981 de 6 mil 959 camas de los hospitales públicos y privados estaban llenas.

Todavía hay capacidad para hospitalizar a 2 mil 978 personas infectadas, pero si se alcanza esta cifra ya no habría más espacio, salvo que incremente el número de camas como lo anunció el viernes la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.

Antes de las 13:00 horas llegó la familia González Reyes: un hombre de 37 años y una mujer de 36 años. Él llevaba a una recién nacida en los brazos cuando caminaba junto a su esposa de rodillas y aunque buscaron entrar al recinto católico, el tercer cerco sanitario los detuvo. También les tocó quedarse en la explanada.

No me da miedo (el Covid) porque estoy agarrada de la fe de JesucristoAlicia Ramírez / Creyente

La señora Isabel de 56 años de edad, mamá de la mujer, dice que estaban ahí agradeciendo el milagro del nacimiento de su nieta, pues desde hace 16 años la pareja intentaba tener un hijo, pero no lo lograban. Fue en octubre pasado que conocieron el milagro. Los ciudadanos de Chimalhuacán, Estado de México, celebran que el 2020 no ha sido cruel con ellos, por eso pagan la manda.

“Dense un saludo de paz”, convoca el sacerdote y los fieles estiran los brazos y saludan hasta a los desconocidos, pese a que la recomendación del gobierno es no tocar para evitar en la medida de lo posible el incremento de contagios.

Del lado izquierdo, hacia la salida por la Calzada Misterios, está Alicia Ramírez, una señora de 57 años de edad, proveniente de Lagos de Moreno, Jalisco, acompañada de un grupo de 30 personas que arribó en el mismo autobús.

Expresa que no le da miedo “el famoso coronavirus” porque estaba “agarrada” de la fe de Jesucristo. “Yo dije que si se me componía mi hijo, que dejara de probar la droga, iba a venir cuantas veces pudiera por eso estoy aquí”.

Una mujer policía asegura que no hay gente como en otros años, pero tampoco es nula la asistencia.

La misa finaliza con la información sobre el cierre. El padre dice que del 10 al 13 de diciembre estarán cerrada las instalaciones. “Le he pedido al Santo Padre, Papa Francisco, que nos concediera para motivación, aliento, esperanza de todos los devotos de Nuestra Señora, como un consuelo el Papa lo ha concedido”, dijo.