El cierre de la plaza comercial de artículos chinos ubicada en José María Izazaga número 89, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, provocó que la plaza similar más cercana ubicada en la misma avenida, pero en el número 38, incrementara su número de usuarios, así lo aseguraron tanto vendedores como personal de vigilancia de esta última plaza.
Desde el 11 de julio, el Instituto de Verificación Administrativa de la Ciudad de México clausuró el inmueble en todos sus accesos, tanto sobre la avenida que le da nombre (Plaza Izazaga) hasta la calle del otro lado, Nezahualcóyotl. Debido al tiempo que lleva clausurada, los transeúntes no se detienen a verla ni preguntan por ella.
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Algunos comerciantes de la plaza optaron por vender sus productos sobre la calle Nezahualcóyotl, donde ofrecen termos, lámparas, imitaciones de legos, llaveros con figuras kawaii. En dicha calle hay una puerta de cristal, que es el acceso de ese lado, donde vendedores se acercan con quien vigila la entrada, ahí no hay sellos; entre las 14:00 y 15:00 horas, esta casa editorial ubicó a un comerciante que daba indicaciones a través de un radiolocalizador, al tiempo que hablaba con el vigilante.
Si bien hay comerciantes que venden en la calle, muchos de ellos se fueron a la de Izazaga 38, refirieron empleados de negocios aledaños a la plaza clausurada. “Muchos ya se fueron a Izazaga 38, yo digo que casi todos, es lo mismo que vendían acá. Yo creo que el cierre va para largo, no se ve para cuándo abran, pero si vas ahí encuentras a unos vendedores de acá”, dijo el trabajador de una cafetería ubicada en Nezahualcóyotl 112.
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La plaza de Izazaga 38 siempre tiene gente, pero según empleados de seguridad, desde hace 20 días son más los visitantes. En los momentos de más compradores laboran hasta cinco monitores en los elevadores del edificio, para organizar el paso de personas. Los que se desesperan en las filas prefieren subir por las escaleras.
Comerciantes del cuarto piso de la plaza comentaron que hay nuevos comercios que ocuparon locales que estaban en renta. También hay más comerciantes que recurren a las redes sociales para hacer sus ventas, para lo que solicitan personal de máximo 30 años.