En medio de pasillas desolados, comerciantes de vestidos de novia, XV años y trajes de Primera Comunión de La Lagunilla recurren a descuentos o a las redes sociales para intentar levantar sus ventas, tras la reapertura de dicho mercado y una vez que pasó el confinamiento derivado del Covid-19.
Durante un recorrido por ese mercado, sus locatarios contaron ayer que antes de la llegada de dicha enfermedad, los fines de semana eran de muy buenas ganancias, había mucho movimiento de personas y los ingresos se triplicaban con respecto a un día entre semana, “pero ahora a veces ni nos la pintamos. Lo peor es la incertidumbre”.
Los empleados también sufren una situación difícil, pues aunque dicho centro reabrió el 2 de julio no la ven llegar, a pesar de que los precios de las prendas de vestir se han reducido hasta prácticamente el costo.
Rodeado de artículos de fantasía, como tiaras, cojines y arreglos, muy socorridos en celebraciones religiosas como bodas, XV Años y presentación de niños en las iglesias, Mario afirmó que en la medida que las misas de ese tipo se reactiven seguramente mejorarán las ventas.
La forma en que el busca atraer clientes es con una baja en los precios de sus artículos, por ejemplo una corona para una quinceañera que antes de la pandemia la ofrecía en 600 pesos, ahora la da en 450 pesos con tal de que el cliente la compre, porque, recordó, su venta más reciente fue hace dos días, cuando una pareja se llevó unos almohadones “y párale de contar”.
A su vez, Erika Saldaña, informó que antes de la suspensión de actividades ya tenía una página de Facebook con tres mil 500 seguidores, pero decidió reforzar esa actividad y ahora ya tiene cuatro mil 860 y su clientela se extiende a ciudades aledañas como Toluca, Estado de México y Cuernavaca, Morelos.
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