Comerciantes del Centro Histórico plantearon una serie de medidas, a fin de poder reabrir sus puertas, después del cierre del 6 de enero, y entre las que están dar servicio escalonadamente para no saturar el transporte, seguir con las calles peatonales, aunque sin el estorbo de vallas metálicas y retenes.
En un comunicado, requirió a la autoridad, en el caso del comercio en vía pública, aplique las normas que estableció y dar al comercio fijo la oportunidad de recuperar algo de lo perdido con propuestas basadas en sus necesidades.
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Dirigentes de Empresarios y Comerciantes Unidos para la Protección del Centro Histórico (Procentrhico) y la organización de La Calle de las Novias y Ceremonias, entre otras agrupaciones, aseguraron que hacen esfuerzos extraordinarios para cumplir con las reglas sanitarias establecidas por las autoridades capitalinas con la finalidad de prevenir contagios de Covid-19.
Sin embargo, manifestaron su desilusión de que los vendedores semifijos y mercados no están decididos ni comprometidos, a seguir los protocolos sanitarios indicados para evitar la transmisión del Coronavirus.
Con el hastag #EnElCentroYaQueremosTrabajar, admitieron cerrar domingo y lunes, según lo acordado, y dar la oportunidad a pequeños negocios de cambiar algunos de estos días con previo aviso.
Agregaron que los locales pares y nones abrirían con la alternancia de cada semana de 10:00 a 18:00 horas o de 11:00 a 19:00 horas, los restaurantes de 09:00 a 22:00 horas y un horario especial de 07:00 a 17:00 horas, para quien convenga con previo aviso. Rotar al personal a la mitad cada día, a fin de evitar contagios.
“El deterioro en la economía de las empresa del Centro Histórico llegará a niveles probablemente irreversibles, después del día 6 de enero. La demanda de las ventajas bajará más, la crisis que será en mayor grado en comparación de años anteriores, por el bajo flujo de personas en las calles”, advirtieron.
Finalmente, demandaron sentar las bases de un control real del comercio en vía pública, que por mucho es un problema que pone en riesgo a la economía.