Dolores, la calle de entrada al Barrio Chino, parece que fue sometida a un bombardeo debido a las obras de remodelación que se llevan a cabo ahí y que han ahuyentado a la clientela de ese lugar, reconocieron ayer diversos comerciantes.
Así, a menos de un mes de la celebración del Nuevo Año Chino, algunos de los propietarios de negocios dudan de que esté lista la zona para esos festejos, que inician el 15 de febrero y culminarán el 18 de febrero.
Fue un día antes del sismo del 19 de septiembre, cuando la Autoridad del Espacio Público presentó a los medios de comunicación el proyecto de rehabilitación de dicha área, cuya inversión sería de 66 millones de pesos para llevar a cabo obras en 21 mil 600 metros cuadrados y se beneficiarían 14 mil habitantes.
Asimismo, se tiene previsto colocar 100 macetas, 76 racks para bicicletas, 125 bancas y 133 luminarias peatonales y vehiculares funcionales.
La propuesta busca prolongar el Barrio Chino, actualmente constreñido a la segunda calle de Dolores, entre Artículo 123 e Independencia, por lo que ya empezó la colocación de la estructura de un Paifang (arco chino), en la esquina de Dolores y Avenida Juárez, a fin de dar la bienvenida a los visitantes a dicha zona y se construirá un volumétrico con el ideograma chino “Ciudad de México.
Las obras, se anunció el 18 de septiembre del año pasado, deberían estar terminadas el 16 de febrero de 2018, pero ayer la zona, salvó la segunda calle de Dolores, estaba devastada con banquetas a medio colocar, mientras que los visitantes tenían que esquivar los escombros y cuidar por dónde caminaban para no tropezarse y no caer.
La primera calle de Dolores está cerrada actualmente a la circulación, por lo que comerciantes y restauranteros de esa arteria informaron que las ventas se han desplomado a la mitad.
Además, se enfrentan a los problemas que deja el polvo que se levanta por los trabajos de remodelación,
Por lo que toca a la segunda calle de Dolores, donde se encuentra el Barrio Chino como tal, los propietarios de negocios de comida china y tiendas también afirmaron que las ventas en el lugar han mermado.
Algunos de ellos ven con desánimo que se logren concluir las obras el 16 de febrero, como ofreció la Autoridad del Espacio Público, para festejar el inicio del Año del Perro, según el calendario chino.
Sin embargo, empleadas de la tienda y restaurante Chung King afirmaron que la clientela no ha disminuido por las obras, porque ya es cautiva y sea como sea siempre van a llegar al Barrio Chino a comer o comprar artesanías.
Danzó el León en el Barrio Chino
Camino a la celebración del Año Nuevo, la Danza del León fue interpretada el domingo pasado en el Barrio Chino como una forma de reactivar la alicaída economía de la zona sitiada por obras en remodelación profunda a medio terminar.
Jóvenes del Centro Mexicano de Cultura y Artes Marciales de China y de Xingkuam Shi, que significa Nuevo Estilo del León, llenaron de alegría y energía al lugar, ubicado en la segunda calle de Dolores, y ahuyentaron a las malas vibras para que no afectaran a negocios y restaurantes.
Alexander Rangel y Jesús Reyes, integrantes de dichas organizaciones, narraron el significado de esa danza, al final de la cual el león lucha por alcanzar las lechugas con un sobre rojo, que son colocadas en las marquesinas de los negocios de comida y tiendas y luego la lanzar sus hojas sobre los asistentes, como un gesto de reparto de la buena fortuna.
Estudiantes y maestros de Kung-Fu son quienes llevan a cabo ese baile, en algunas partes con movimientos bruscos, los cuales, explicaron, significan la lucha del león contra la mala energía.
Agregaron que mientras el dragón es el guardián del cielo, los leones son los custodios de la tierra y su danza atrae prosperidad, energía, alegría y quita la mala vibra a quienes residen en las aldeas chinas.
Finalmente, mientras se preparaban y ensayaban para interpretar la Danza del León, los artistas comentaron que aprender los movimientos básicos pueden llevar entre cuatro o cinco meses y que se tardan años para perfeccionarlos, de acuerdo a las tradiciones milenarias de sus connacionales que aprenden desde su infancia.
