Hacer permanentes los 40 kilómetros de la ciclovía emergente que se habilitó en Insurgentes -desde San Simón en la Cuauhtémoc hasta Villa Olímpica en Tlalpan- tendría un costo de 90 millones de pesos, estimó el secretario de Movilidad de la Ciudad de México, Andrés Lajous al comparecer ante el Congreso capitalino como parte de la glosa del Segundo Informe de gobierno.
“En caso de que se evaluara que debe ser permanente, nosotros usaríamos un cálculo paramétrico sobre cuál es el costo de otras ciclovías en la ciudad y tenemos estimado que exclusivamente para la de Insurgentes sería un costo, si fuera exactamente con los mismos estándares que se han construido otras (ciclovías), de alrededor de 90 millones de pesos”, dijo el funcionario.
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Esta ciclovía emergente se habilitó el 1 de junio con el objetivo de crear rutas alternativas para las personas que se trasladan en la Línea 1 del Metrobús y de esta manera evitar posibles contagios de Covid-19 en el transporte público. Desde su implementación a la fecha cuadruplicó el número de ciclistas que transitan por esta avenida al pasar de mil 996 a siete mil al día.
Una encuesta elaborada por Dinamia y dada a conocer este jueves arrojó que el 93 por ciento de los usuarios de la ciclovía están de acuerdo con que sea permanente, el 54 por ciento de los automovilistas y comerciantes de la zona también la avalan y el 73 por ciento de los usuarios del Metrobús consultados también aprueban su permanencia.
Pese al éxito de la ciclovía y a que organizaciones ambientalistas y activistas de la movilidad alternativa piden que se haga permanente, la Secretaría de Movilidad continúa con la evaluación, pues de acuerdo con el secretario Lajous Loaeza, se deben tomar en cuenta los puntos de vista de automovilistas, usuarios del Metrobús y los comercios y oficinas que hay a lo largo del trazo.
“Nos hemos tomado en serio la decisión de la Jefa de Gobierno de evaluarlo a conciencia. Qué quiere decir evaluarlo, cuando se hace una evaluación de infraestructura, no puede ser solo desde las perspectiva de un tipo de usuario de la vía, se tienen que considerar a todos los usuarios de la vía, el impacto que tiene en la zona”, explicó ante las preguntas de las diputadas de la Comisión de Movilidad Sustentable del Congreso.
Este análisis, abundó, incluye “la perspectiva de los usuarios y la seguridad de los usuarios, las consecuencias sobre otros modos de transporte, el cambio modal de a quiénes atrae usar la bicicleta y la opinión de las personas que tienen temas comerciales de servicios y oficinas y evaluar cuál es el impacto sobre esos servicios y definitivamente en algunas intersecciones considerar adecuaciones viales que permitan garantizar la seguridad de los usuarios de la bicicleta y al mismo tiempo no entrar en conflicto con los automóviles”.
Para ello se han analizado información vial generada por la aplicación Waze, se han realizado conteos de aforo ciclista, se han tomado en cuenta los trabajos realizados por organizaciones civiles, se trabaja con la embajada del Reino Unido en México para hacer estudios técnicos sobre la viabilidad de hacer permanente la ciclovía emergente. “Para nosotros hay que ver por toda la ciudad, no solo por unos y por eso necesitamos ver la evaluación integral”, cerró el secretario.